sábado, 11 de enero de 2014

Lado A:De esclava de mi padre a Sumisa de mi amiga

Mi vida, contar mi vida es un gran desafío,  pero lo intentare.
Soy la menor de dos hijos, mi padre siempre ha sido un ser dominante y castigador tengo dolorosos recuerdos desde mi niñez, recuerdo una vez en que pillo a mi hermano en una mentira, y para saber la verdad lo metió en la ducha con ropa y todo, a fuerza del agua lo hizo hablar, para luego castigarlo fuertemente, mi madre nunca me metía en los castigos que el aplicaba, él era de carácter fuerte solo su voz hacía temblar la habitación.
Con el correr del tiempo ya en nuestra adolescencia los castigos físicos fueron disminuyendo,  había formado jóvenes obedientes a sus normas. Mi hermano creció, estudio y se casó, lo que hizo que abandonara la casa, quedando yo en ella con mi madre, esa fue mi más horrible etapa, el controlaba todo, controlo mis salidas, novios lo único que no controlo fue el donde debía trabajar, quizás por huir de casa o porque fue el único lugar donde aceptaron mi Curriculum, llegue a trabajar a una ciudad pequeña, donde conocí a una persona que con el tiempo fue una buena amiga, a ella le comentaba mi vida, mis aventuras y desventuras, ella hasta llego ser mi tapadera, pues gracias a ella pude tener un novio que me ame hasta que mi padre se interpuso, lo investigo y encontró en el muchas cosas negativas (divorciado, con hijos, sin trabajo estable, mayor que yo) tuve que negar este amor frente a mi padre, Pamela me ayudo en esa etapa. Yo le tenía miedo a mi padre, aunque Rodolfo y Pamela me incentivaban a dejar mi familia, a ser independiente nunca me atreví, tenía temor a sus golpes, mi vida fue así hasta que un día lo sorprendí engañando a mi madre, para mí eso fue como un balde de agua fría, el hombre duro, verdadero se cayó de su pedestal, mi madre abrió los ojos y empezó a tratarlo mal, con desprecio, ahora era tan solo un mínimo, un gatito en busca de cariño y perdón, hasta yo me libere deje la casa sin temor alguno, empecé a independizarme intente a reconquistar a Rodolfo, pero eso ya era tarde.
Yo creí que mi padre había cambiado, que estúpido error, eso lo comprobé una tarde en que fui de visita a la casa, él estaba sentado en un sillón, bebiendo, al verme llegar me mira con rabia, se levanta, se acerca y sin previo aviso abofetea mi cara gritando: “Por tu culpa mi matrimonio se ha acabado, puta”,
No sabía cómo reaccionar, pero eso no importaba por el momento, pues él me agarro del pelo y arrastró hasta la cocina, donde estaba mi madre, también golpeada, me deja al lado de ella, y le grita “Amarra a esta puta, que hoy recibirá su castigo”, mi madre me levanta del suelo llevándome al estreno de la mesa donde ata una de mis manos a la pata de ella, trato de zafarme, pero ella me dice:
ü  Tranquila Javiera, el amo te castigara más fuerte si no obedeces.
Yo no entendía nada, AMO, mi padre; aun así trate de zafarme, cuando siento que  me golpean con fuerza, grito de dolor, luego dejo de luchar para que me dejen amarrar, en ese lugar mi Padre, empieza a hablar.
-Por hacerle creer a Perra (apunta a mi madre) que ha sido engañada serás castigada 10 veces, que dolor sentía me azoto mis nalgas, piernas y espalda.
-Por abandonar la casa, serás castigada 15 veces todos los fin de semana, pero hoy será el doble pues, por tu ausencia de la casa por dos fines de semana. Si escucho un quejido te azotare de nuevo. Empieza, uno, dos, tres, ….nueve…..12….30.Quedo inconsciente, mi padre se acerca a mí y dice, de ahora en adelante para ti seré tu Amo, quien te castigara, follara, cederá a otros cuando YO quiera. Luego le pide a mi madre que me desate.
No sé cuánto tiempo estuve en el suelo de la cocina, cuando ya me sentí sin dolor, me levante he intente arrancar, salir de esa casa, estoy por llegar a la puerta cuando su mano me ataja.
-¿Javiera, quieres otro castigo?, pregunta irónicamente, y recibo una cachetada.
-Padre déjeme ir, no contare a nadie, por favor suélteme, imploro.
-Mal dicho, -otra vez me golpea- yo ya no soy tu padre, ahora seré tu AMO, y a ti te falta mucha educación. PUTA.
Me toma fuertemente y con un cordel que no sé de donde saco me amarra las manos, atada me hace subir las escaleras para luego dejarme amarrada encima de mi antigua cama, así dormí el primer día de mi esclavitud.
Al otro día, él llega con una bandeja de desayuno, me desata de la cama para luego darme de comer en la boca, en primera instancia no quise probar nada, pero sus castigos fácilmente me hicieron cambiar de opinión.
-Javiera, desde hoy serás mi PUTa, tengo varios planes para ti, y para que tu cuerpo pague mis dos meses que estuve fuera de MI CASA, hoy volverás a tu trabajo, pero te aseguro que si veo un policía cerca de casa, tu madre se muere, te juro que será la muerte más horrible que se haya visto, entiendes PUTA.
Asentí con la cabeza, y mi ojos llenos de lágrimas, luego de darme el desayuno, se desato completamente, almorcé con unos padres adorables, que hablaban de lo cotidiano de una casa, luego al llegar la hora de viajar al lugar de trabajo, él me fue a dejar, me pidió que usara vestido, lo hice al sentarme adelante mientras el manejaba una de sus manos empezó acariciar mi sexo, yo lo miraba con rabia, en un momento le quite la mano, pero el freno de repente lo que hizo que casi me estrellara contra el vidrio del auto, Cuidado PUTA, me dijo. Al llegar al terminal muy amablemente deja mis bolsos en el bus y me abraza con fuerza, diciéndome al oído, Mas te vale que vuelvas.
Esa semana de trabajo, fue difícil, Pamela me preguntaba, que me sucedía, pero yo no me atrevía a contar, así pasaron semanas y semanas, en  que viaja a mi casa para ser golpeada, cada vez más fuerte y con distintos instrumentos, en unos de esos tantos castigos mi padre me arrienda a un hombre quien iría a buscarme al trabajo para utilizarme por todo un fin de semana, esa semana fue horrible, no quería que llegara el Viernes, Pamela seguía preguntando que me pasaba, yo seguía callando, en víspera del viernes, en mi desesperación le pido a Pamela que no me deje sola, que viaje conmigo, ella me toma mi cara y me dice:
-Solo si me cuentas que está pasando.
-No puedo amiga, y la abrazo.
Al llegar el viernes, pamela me espera a la salida, en eso aparece el hombre al cual había sido cedida, mi nerviosismo se nota en mi cuerpo, tiemblo, a tal punto que Pamela se asusta, miro al tipo es un hombre gordo, calvo debe tener quizás unos 70 años, me mira con picardía, apunta su muñeca indicando que es la hora de irnos, yo solo tomo fuerte el brazo de mi amiga, no quiero ir, se lo que pasara, el abusara de mi de mil formas, eso me aterra, siempre me cuide sexualmente evitaba tener relaciones si cuidado íntimo, pero ahora estoy indefensa, se además que si me rehúso a ir, mi AMO, castigara fuertemente.
-Javiera, ¿qué te pasa? Esta pregunta me saca de mis pensamientos.
-No me dejes- le susurro. Ella levanta mi rostro y ve en el lágrimas, y miedo, me abraza, -Que pasa mi niña bonita, siempre me dice así cuando me ve llorar, -No me dejes, amiga – no me dejes. No sé qué cara puse ni como ella me sostuvo, pero me sentó en la vereda, miraba al tipo con rabia, por extraño que parezca el baja la mirada y sube al auto. En eso ella llama a alguien y le pide que este acá en menos de diez minutos, eso es lo que me gusta de Pamela, su seguridad y entorno, siempre tiene amigos que la sacan de apuro. Cuanto me gustaría que supiera lo que estoy viviendo, pero temo que me deje, que nuestra amistad se acabe.
Estoy llorando a su lado, más tranquila, el auto y el viejo sigue ahí, trato de levantarme y cumplir con mi destino, cuando aparece otro auto, se bajan dos tipos corpulentos, se acercan al tipo conversan luego él se retira, posterior a ello se acercan a nosotras y nos ofrecen llevarnos donde deseamos, yo aún estoy atontada, solo me dejo guiar por Pamela, nos subimos al auto ellos adelante y nosotras atrás, Pamela se sienta en un extremo del asiento, me reclina sobre sus rodillas, y partimos en silencio, de vez en cuando Pame acariciaba mi rostro, y secaba mis lágrimas, luego de horas de viaje, ella me dejo en mi casa, al bajar del auto vi a mi Padre en el umbral de la puerta, ya sabía lo que me esperaba, me despedí de mi amiga, ahora ella me susurra –Javiera confía en mí. Camine despacio sin ganas hasta la puerta de la casa, mi padre me abraza y besa, disimulando el saludo, luego levanta la mano y se despide de Pamela, al cerrar la puerta, me empuja al suelo, para luego patearme.
-Que te has creído Puta, me has hecho perder mucho dinero, otra patada-
-Párate, Puta- me levanto con dificultad, solo para recibir un puñete en la boca del estómago, -llorando le imploraba que no siguiera, pero el como si no oyera, me toma de las muñecas, arrastra hacia la cocina, donde al mirar de reojo, veo el viejo que sonríe con malicia.
- Ven mi perrita, ven a donde tú amo, como no caminaba, mi padre me empuja violentamente, a los pies del vejete, él me toma de los cabellos, y besa fuertemente, yo en defensa le escupo la cara.
-Jorge, reclama el viejo, esta Puta aún no está domesticada, necesita más mano dura.
- Castígala, estás en tu derecho. Indica mi Padre.
Eso es todo, el tipo me abofetea, saca su miembro y lo intenta meter en mi boca, me rehúso, el aplica golpes tras golpes hasta que para para soltar un quejido, abro la boca, lo que el aprovecha para meter su asqueroso miembro en mi boca hasta el fondo, tapa mi nariz para provocar arcadas, hace eso varias veces, en unas de sus embestidas, le muerdo el pene, él lo saca de dolor, pero mi padre es quien me castiga, no para con el látigo, siento como corre sangre y aun así no se detiene. Cuando el viejo deja de quejarse empieza a castigarme, me hace ponerme en cuatro y sin previo aviso, introduce un palo de escoba en mi culo, grito de dolor, pido clemencia, en vez de ello escucho risas de ambos.
 Han dejado el palo en mi culo, el vejete me penetra salvajemente, a pesar de sus años aún tiene vigor, mi padre se calienta saca su pene y me lo introduce en la boca, así soy follada en mis tres agujeros, cuando ellos se cansan de llenarme de semen, sacan sus miembros de mí y también el palo, empieza de nuevo el castigo.
No sé de donde aparece Pamela, con los dos tipos, se acerca a mí me levanta, cubre mi cuerpo con una manta y saca de la cocina, al salir escucho que dice:
Don Jorge, mis amigos harán el trato.
Pamela, se saca con cuidado de la casa, de repente siento que me toman en brazos y llevan a un auto, ella solo me acaricia, ahora lloramos juntas.
Al llegar a su casa, me entran en brazos y  dejan en la habitación de Pame, allí ella cura mis heridas, me da a tomar un tranquilizante y se acomoda a mi lado.
Intento hablar, pero ella me susurra –Después mi niña bonita, descansa.


Capítulo 2
Al despertar Pamela, está a mi lado. Trato de levantarme pero el dolor es intenso y mi quejido hace que ella se despierte.
Tranquila, Javi-dice – llamare a una Doctora amiga para que te revise. Se incorpora de la cama y sale de la habitación, pasan unos minutos en el cual me distraigo mirando la habitación, esta es amplia con vista a una piscina, a lado de la cama tiene un sitial hermoso, mas adentro de la pieza se encuentra el baño, siento ganas de orinar, despacio me levanto y dirijo a ese lugar, también es amplio como toda la pieza, tiene un jacuzzi, tina y un hermoso espejo cubre desde el techo hasta el piso, allí me miro; tengo la cara despintada, mis ojos están rojos giro para ver ni cuerpo, veo en el las heridas del látigo, son marcas rojas algunas más profundas que otras, mis nalgas esta rojas y sensibles al tacto, me siento a orinar, al soltar el pis siento un gran ardor, al seguir orinando observo que mi pis se mezcla con sangre, al ver mi estado tan deplorable, lloro y pienso como contare esto a Pamela y como iré a trabajar…mañana. En eso estaba cuando vuelve
-Javiera, ¿Dónde estás?
-En el baño- respondo entre sollozos.
Ella entra al baño, se inclina frente a mí, levanta el rostro y sonríe,-Todo estará bien, tan solo esas tres palabras hacen un quiebre, lloro nuevamente ahora en sus brazos, - La Doctora ya llego, ven para que te revise-
-Pamela, tengo miedo a sus preguntas.
-No te preocupes, no hará ni una.
La doctora me reviso, dejo una receta para  calmantes, indicó que debía colocarme una vía intravenosa, y reposo por lo menos 4 días, para lo cual me hizo firmar una licencia médica. Luego se despide muy amablemente.
-Javiera, iré comprar los medicamentos indicados, mientras desayuna en la habitación, cuando vuelva conversaremos.
Paso un rato, un gran rato, ella vuelve junto a una enfermera la cual coloca la vía intravenosa y se retira, Pamela paga todos los gastos.
-Javiera, por fin solas ya estas a salvo, ahora conversemos.
Le cuento todo lo sucedido en casa de mis padres, ella escucha sin dar opinión a mi relato, luego cuando doy por terminado el tema, ella comenta.
-Lo que tu padre intento hacer, su esclavizarte sexualmente, yo prefiero sumisas no esclavas.
Me sorprendo al escuchar que Pamela habla tan suelta de cuerpo, del tema. Ella me da una pequeña introducción sobre el BDSM, me confiesa que ella es AMA o Dueña, tiene en su poder 1 sumisa y 2 sumisos, los cuales fueron quienes me rescataron. Explica además, que lo que hace mi padre en si está penado por ley, pero lo que ella hace es más permisible, pues se hace un contrato entre 2 personas (sumiso/dominante) por un tiempo determinado, estableciendo algunas normas de respeto mutuo, en cambio la esclavitud sexual, generalmente se hace a la fuerza, donde el castigo corporal, control mental y psicológico hace quebrantar la voluntad, por lo cual se hace cualquier cosa para evitar ser castigado. En tanto el sumiso (a) accede voluntariamente a los castigos porque en ellos encuentra un placer sexual inimaginable.
Luego de esta explicación, me invita a conocer la sumisión, para que conozca las dos caras de la moneda.
-Pamela, déjame procesar esto, es mucha información para tan poco rato, deja que sanen mis heridas… luego te respondo.
-Está bien- consensua Pame, esperare.
Han pasado los días, ya me siento mejor vuelvo al trabajo, la relación entre Pame y yo se ha enfriado un poco, más por culpa mía, no me agrada eso del BDSM, creo ser más “normal”, más heterosexual. En cuanto a mi padre lo denuncie por violencia intrafamiliar, gracias a Pamela estoy asesorada por buenos abogados, quienes han logrado entre otras cosas una medida cautelar.
Unas de las tantas tardes en que después del trabajo ya no hay nada más que hacer, Pame llama y me invita a su casa, accedo a ir tengo ganas de compartir con ella, como antes.
En casa de ella, nos servimos una rica once luego unos aperitivos, sin querer inicio el tema.
-¿Desde cuándo estas en esto de… eso…?
-Desde la universidad, primero me hice sumisa de la señora donde pagaba pieza, luego cuando termine de estudiar, ella me hizo dueña, dejando a mi cargo a Pedro mi primer sumiso.
-¿Eso quiere decir que eres bisexual?
-Si
Dejo de preguntar, conversamos de cosas de trabajo y sobre cómo va la situación de mi familia, conversamos de todo hasta que se hizo bien de noche, ella me invita a quedarme, pues es peligroso salir a esa hora, y sus sumisos no estaban para acompañarme, Acepto. Ella me pasa un pijama e indica la habitación a ocupar, me acuesto antes que ella, estoy nerviosa es una sensación extraña, es una lucha entre mis deseos y mis creencias, es una lucha entre el bien y el mal, mi conciencia habla dentro de mi “ atrévete, prueba ella es tu amiga sabrá detenerse, conoce el tema y te conoce sabrá hasta donde seguir…” es tanto mi pesar y como ya no puedo dormir, me levanto con la idea de ir al dormitorio de Pame y pedir que me muestre un poco de la sumisión, al salir de la habitación aun la encuentro en el living, se sorprende al verme.
-¿Qué pasa, Javiera?
-No puedo dormir, pienso y pienso….quiero probar un…poco... me sonrojo al saber que ella entiende de lo que hablo.
Se levanta del sillón, se acerca a y me dice : mi niña bonita, confías en mí?
Apenas en un susurro digo Sí.
Me toma de la mano y me lleva a su pieza, me sienta en la cama y venda los ojos.
-Javiera, desnúdate despacio quiero todo tu hermoso cuerpo- lo hago como ella me dice, al tener los ojos vendados, no sé dónde está ella, solo escucho su voz, la cual de repente la siento a mi lado, -Tienes un cuerpo hermoso- coloca un mechón de pelo tras de mi oreja, besa dentro de ella, lo que altera produce un extraño sentimiento, recorre con dos de sus dedos mi cuerpo empezando por la espalda, luego mi pecho, senos ahí se detiene, empieza amasar cada uno de ellos de tanto en tanto pellizca uno que otro pezón, mientras susurra, Me encantan tus senos, turgentes y firmes… admiro tus cicatrices del látigo, mi valiente niña bonita, …luego silencio, me recuesta en su cama boca arriba, siento como empieza a besar mi cuerpo deteniéndose en donde están las cicatrices las cuales besa con ternura, para luego acariciarlas, siento que se levanta y sale, lo sé por el sonar de la puerta, luego regresa empieza a manosear mi sexo, toca el clítoris suavemente lo tira y hace girar, luego separa mis labios vaginales y mete uno de sus dedos, enguantados…gira, mete, saca… repite la operación varias veces, empiezo a jadear, creo que tendré un orgasmo…. Pero no se detiene en seco, saca la venda de mis ojos y me pide que me vista para luego ir al sillón… yo no entendía nada, veía en su rostro un poco de molestia, lo que causo en mi más preocupación. Al llegar al sillón veo unos papeles, látigos y esposas.
Me siento cerca de ella, ella no me mira sigue seria.
Después de un rato, me hace llamar me pide que este a su lado,
-Javiera, que has sentido?
-Placer digo y me ruborizo.
-Quieres continuar.
Si
-Quiero azotarte, y darte placer.
-….
-Javiera, Responde.- me exige
-Pame, aún tengo mis heridas anteriores…. no quiero.
-Está bien, entonces vuelve a dormir, mañana te podrás ir.
Me levanto, camino y me detengo, sin mirarla dando la espalda, le pregunto “Pamela si duele mucho y te pido que pares lo harás?.
-Por supuesto, no quiero dañarte solo que conozcas lo que hago lo que soy. – ven
Vuelvo a su lado, - Javiera, por ser tu primera vez, elegirás como te castigare y cuantos quieres recibir. Me muestra el látigo y su palma, elijo 15 palmazos.
-Ven- me pide ella ponte en mis rodillas, bájate el pantalón del pijama y deja tu culo a la vista. No sé qué pasa en mí, pero hago tal como ella me indica.
Empieza a sobarme el culo despacio, como calculando cuando debe empezar, yo en tanto estoy muy nerviosa, golpea una nalga, soba, golpea otra nalga, soba lo hace cuatro veces, luego pasa sus dedos en mi sexo, está húmedo, - Ahora empezamos, eso era solo calentamiento, cada golpe que recibas dirás gracias…. Por esta vez dirás gracias Pame, si no lo haces volveré a empezar, ¿de acuerdo?.
Asiento, empieza mi primer castigo… golpe “Uno, gracias Pame”, golpe “ 2 gracias Pame”… 10  gracias Pame… me sentía muy adolorida, una parte de mi quería parar, pero la otra seguir.. uno más decía mi conciencia… uno más… 11 gracias Pame, 12… gracias Pame…. 13…. Gracias Pame, basta… pare no aguante más, ella también lo hizo, me cambio de posición y me abrazo cariñosamente, Aguantaste bien Mi NIÑA BONITA.
Me puso una crema analgésica, estuvo a mi lado hasta que calme mis sollozos, luego me pregunta que sentí, aunque me cueste reconocerlo le dije… sentí mucho placer.
Bien, ahora a descansar…- dice ella-
-Javiera, puedo dormir a tu lado, le pregunto.
Ella asiente.
Luego de una noche de muchas cosas placenteras desperté con mucha energía, me bañe y vestí, para ir al trabajo, al tomar desayuno Pamela me acerca un papel, dice que es un contrato de sumisión, que lo lea y si lo firmo que vuelva esta noche con mis cosas, y si no que seremos siempre amigas, pero  solo en el trabajo.
Tomo el contrato, lo guardo en mi cartera, durante la jornada de trabajo lo leí varias veces, destaque lo importante y busque más información.
Entre otras cosas, decía:
  • Sumisión por 3 meses
  • No ceder a otros
  •  Palabra de seguridad

Lo leí tantas veces que casi ya me lo sabía de memoria… fui a mi pieza, arregle mis cosas, cancele lo adeudado y fui donde Pamela, con contrato firmado …









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