Pertenezco a esta banda desde que
apenas tenía once años, la banda ha sido mi familia desde entonces, junto a
ella he participado en varios atracos por ejemplo mi primer trabajo fue a los
12 años el que consistió en asaltar una botillería, recuerdo que estaba tan
nervioso que apenas podía sostener la escopeta, pero lo puede hacer, lo que me permitió
entrar a la banda. A los 18 años debute con una puta, después de eso las mujeres, las droga y
el dinero fácil era mi estilo de vida, no le encontraba lo malo, era solo lo
que me toco. Pero desde sus inicios hasta ahora nuestra banda había cambiado de
rumbo, ya no solo cometíamos crímenes o asaltos, ahora traficábamos mujeres.
Las “victimas” eran reclutadas en la
calle o en fiestas, era un trabajo fácil de gran ganancia, una hembra fácilmente
era vendida entre 200 a 6.000 dólares, de esta ganancia el jefe se quedaba con
el 30% y 15% para quien entregaba la mercancía y el resto para el grupo.
Mientras más hembras conseguías más dinero entraba a la banda. Cada vez que cazabas una mujer debías someterla con
violencia, hacerla sentir que no saldría bien de esta, que nosotros éramos lo
mejor que le había pasado, antes de venderla, por lo cual la víctima era
abusaba por todos o casi todos los miembros de la banda, por todos sus
orificios, azotada y si el cliente lo exigía anillada y marcada, aunque habían
casos que se pedía una mercancía especial, “Vírgenes”, en esos casos se
capturaba y se entregaba de inmediato , este tipo de entrega podría llevar
hasta el millón de dólares, era lo que más codiciaba la banda, pero lo más
difícil de conseguir.
A pesar que se ganaba bien con este
negocio, casi nunca participaba de él, prefería encargarme de los otros
negocios (droga y asaltos), pues a pesar de ser un miembro de esta banda,
abusar de las mujeres no era lo mío, un
día llego una mercancía diferente, su mirada me cautivo desde el principio, Marcela
era su nombre, ella recibió el mismo trato que las otras, era un espectáculo
dantesco que no podía soportar, ella se rehusaba a ser considerada un objeto
por lo cual su enseñanza fue cruel.
En muchas ocasiones la dejaban tan
adolorida que quedaba inconsciente, eran esos momentos en donde me acercaba a
verla, para brindarle “ayuda”, que tan solo se basaba en dar un poco de comida
y agua, siempre que me acercaba a ella iba encapuchado, no quería que viera mi
rostro, para resguardar mi identidad,
ella siempre me daba las gracias, en algunas ocasiones la consolaba haciéndola
dormir en mis brazos, me molestaba ver como los demás se turnaban para abusar
de ella, y se reían a mis espaldas por mis “acciones humanitarias” por alguien
que al final sería solo una puta más, pesar de todo y sabiendo que la banda no
estaría de acuerdo con lo que iba hacer, fui donde “Coyote”, el jefe y la
compre, El Coyote como para provocar un desinterés en la compra de Marcela puso
un alto precio, por lo cual debí realizar trabajos extras para obtener el
dinero pedido, mientras esto ocurría debía ver como cada día la sometían a
crueles castigos.
Cuando por fin pude reunir el dinero
se lo entregue al Jefe, quien dio la orden de que ella fuese llevada a mis aposentos, atada y vendada. Ella no
podría ver mi rostro, fue la norma de Coyote, así que o ella permanecía vendada
o yo usaba mascara. Una vez en mi poder, me acerque suavemente, la desate.
-Por
favor, no me hagan más daño- suplicaba.
Le
acaricié el rostro y quite su venda, quería mirarla a los ojos, esos ojos que
me cautivaron, ella temerosa, se deja tocar, me reconoce y sonríe- ha llegado
mi salvador –dijo.
-Marcela,
acá estarás un poco más segura, por esta noche dormirás en mi cama…, con tan
solo dormir en cama su rostro cambio, luego de pasar casi seis meses durmiendo
en el suelo esto era un regalo.
Luego de pasar la primera noche,
aunque no lo crean no hubo sexo ni tocaciones, solo ella durmió a mi lado,
luego de ello, en la mañana le pase ropas para que se cubriera, y prepare el
desayuno mientras ella se duchaba y vestía. La llame varias veces, pero como se
demoraba en venir fui en su búsqueda, ella
estaba con la toalla envuelta, desnuda olía exquisita, al notar mi presencia se
estremeció, se suelta la toalla y me muestra su cuerpo lleno de cicatrices, se
gira hacia el espejo, llora. Me acerco a ella y la acurruco a mi cuerpo, para
consolar su llanto, no puedo negarlo, mi polla se endureció tan solo al verla
desnuda, pero no era el momento, luego de un
rato le susurró al oído vístete para que
tomes desayuno
Me levanto para salir de ahí y
esperarla en la cocina, luego llega se
sienta y se sirve su primer desayuno, lo hace con ganas no desperdicia nada, la
miro y desde debajo de mi mascara sonrío, cuando he terminado me levanto y
acomodo en un sillón que esta frente a la chimenea, mientras espero que ella
termine y ordene la cocina (si voy a tener una mujer en casa que la mantenga
como debe), cuando termina estas labores se queda de pie al lado de la cocina,
no sabe qué hacer.
-Acércate.,
ven a sentarte a mi lado.
Ella se acerca con sigilo y temor,
sentándose a mi lado pero en el otro extremo del sillón. Le tomo la mano y le
pido que se acerque más, que se recueste en mi regazo, en esa posición le
acaricio su hermoso rostro, separando su pelo de su cara.
-Marcela,
me temes?
-No
sé, has sido bueno conmigo, pero me has comprado.
-Tienes
razón, te he comprado y pretendo hacer de ti una buena amante, sumisa o esclava
como quieras llamar a esta relación, no puedo prometer que no te castigare,
pues eso depende de tu comportamiento.
-Pero
me venderás?
-Por
ahora eso no está en mis pensamientos,
-Entonces
es lo mismo estar a su lado que con la banda.
-Quizás,
ponte de pie.
Me paro al lado de ella le tomo el
rostro y beso en la boca, apasionadamente, ella quizás por miedo o por deseo se
deja ser, le acaricio la cara con dulzura sigo besando, mis caricias pasan a su
cuerpo, ese cuerpo castigado, magullado, con paciencia la voy excitando quiero
que ella se entregue a mí, que pida … que me necesite…, me cuesta pero luego de
un rato de caricias y manoseo…ella lo pide, …y accedo a sus requerimientos, …la
penetro, ella se queja al principio mi polla la lastima, quizás por su tamaño o
por las lesiones en su vagina, (si mal no recuerdan ella era usada casi todo el
día), al terminar ella gentilmente me hace una mamada de los Dioses, estaba
tanto tiempo esperando esto, que explote en el acto.
Después de esto, le di sus funciones
en la casa. Y salí a trabajar.
Mi rutina de vida cambio, en vez de
llegar a una casa vacía y helada, llegaba a un hogar, donde me esperaba una
mujer, mi mujer, mi sumisa…
Pero
ella, aun no aceptaba 100% su sumisión, eso lo descubrí cuando me pregunto, si
algún día volvería a su hogar, a su vida...
-¿Quieres
volver a la banda? Le pregunto.
-No,
¡Jamás quiero volver a ese lugar!
-Entonces-
-Quiero
volver a mi hogar, a mi vida.
-Marcela,
este es tu hogar…y si no te gusta, te vendo a la banda y listo…
-Amo,
tú me dijiste que no me venderías!!
-Sí,
pero si no estás contenta conmigo, te devuelvo.
Ella
se acerca y me abraza, NUNCA AMO, NUNCA PERMITAS QUE ME VAYA DE CASA…
Después de ese incidente, cambie la
seguridad de la casa, no permitiría que ella saliera de casa, aunque en si esta
seguridad no era necesaria, pues mi hogar estaba ubicado en el sector de la
ciudad donde la Banda marcaba el territorio.
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Un día llegue tarde, al entrar a casa, esta
estaba vacía, la busque por toda la casa, pero no estaba, en eso recibo la
llamada de Coyote.
-Se
te perdió alguien?, ven a buscarla.
Luego de esa llamada, tome
precauciones y fui donde Coyote. Al llegar la vi de inmediato, estaba atada a
la cruz de San Andrés, se notaba que la habían golpeado, me acercaba con
cautela, Coyote y Guzmán estaban a su lado, El jefe, le acariciaba la cara, quitándole
las lágrimas de su rostro, en tanto Guzmán, castigaba sus senos, ella apenas se
quejaba, cuando por fin me diviso, su rostro describía que sentía miedo, yo en
tanto solo esperaba.
-Prietto,
te duro poco tu juguete, eso pasa cuando lo dejas botado en la calle, pasa
cualquiera y se lo lleva…me contaba con sarcasmo-dijo Guzmán.
Tenía que mantener la calma, averiguar
qué había pasado, porque Marcela estaba allí, por lo cual solo callaba,
mientras escuchaba a Coyote.
-Tu
Puta, salió a la calle esta mañana, y se perdió entre las calles, por suerte Guzmán
la encontró, bueno como tú sabes lo que se encuentra en la calle no tiene
dueño…jajajajajajjaja..
Ya entendía hacia donde iban estos
dos, querían a Marcela, por lo que creía conocerla, dudaba que ella saliera de
la casa, y eso comente frente a ellos.
-Quizás
tienes razón, preguntémosle a la Perra- Coyote, le pregunta a Mi Niña, como
llego a este lugar, ella con valentía relato lo sucedido.
-Mi
Amo, salió a trabajar como todos los días, mientras hacia el aseo, sentí que
tocaban la puerta, como mi Amo me tenía prohibido abrirla, no hice caso, y seguí
en mis quehaceres, pero los golpes eran cada vez más fuertes, hasta que Guzmán
junto a otros dos, entraron a la casa y me capturaron…
Marcela, iba seguir contando, pero Guzmán,
la golpeo para hacerla callar, e increparla que estaba mintiendo.
-Coyote,
reclamo mi propiedad, reclamo por la versión de Marcela, dame la oportunidad de
rescatarla.
El jefe luego de analizar la
situación, decide que para rescatarla debía luchar con Guzmán, quien ganara se
llevaría a Marcela.
A pesar que Guzmán era un tipo más
alto y corpulento que yo, acepte el reto, me atreví a pedir que soltaran a
Marcela, se me concedió esa oportunidad, fui donde estaba, la saque de la cruz
y deje sobre una silla.
-Amo, no lo haga, no se exponga por mí,
-dice entre sollozos, le callo con un beso, y le digo- Tranquila niña,
saldremos de esta.
Ya en el centro de la pieza, el grupo
hacia hecho un circulo donde se armaría la pelea, Coyote solo nos permitió usar
nuestros puños, el primer golpe lo recibí de pleno en la cara, mi labio sangro
y escucha la risa del grupo, me toco atacar, lo abrace y tire al suelo, ese era
el lugar más cómodo para mí, lo golpeé en la cara, muchas veces, pero él era ágil
luego se zafó de mí y se paró, al estar de pie lanza patadas, las cuales me
pega en las costillas, me tumba al suelo, allí sigue pateando, a lo lejos
escucho risas del grupo y el llanto de Marcela, ese llanto me dio fuerza, y me
pare tambaleando, ya no me quedaban muchas fuerzas, pero ataque igual, fue mi
mejor golpe lo deje en el suelo, ahora me tocaba a mi patear, lo hice con
rabia, con fuerza, lo deje un momento inconsciente, en ese momento alguien del
grupo le lanza un cuchillo, con el me ataca, no recuerdo mucho, pero logre
quitarle el cuchillo y lo derrumbe al suelo, estaba con el cuchillo al borde de
su cuello, vi sus ojos de odio, pero no pude matarlo, solo deje el cuchillo en
el suelo y voy en busca de Marcela, cuando detrás de mí viene Guzmán con el
arma hacia mí, en eso escucho un disparo, y me desmayo…
…
abro los ojos, veo a Marcela a mi lado…cierro
…
Marcela…Marcela…llamo a lo lejos…
…Escucho…
-Prietto está muy mal herido, debemos llevarlo al Hospital, jefe…aquí no va a
durar mucho….
…Ella
está a mi lado….
…Amo,
aguante… luche…no me deje…
…
Prietto….vamos hombre…tú puedes salir de esta…
Estuve 3 días inconsciente, me dijo
Marcela, también dijo que el Jefe venía a verme seguido, el Matasano (el doctor
de la banda) me encontró, 4 costillas rotas y dos cortes en el cuerpo.
Luego
de un tiempo me recupere, debido a los cuidados que debía acceder, ya no usaba
mascara por lo cual, Marcela ya podía reconocerme, me gustaba estar sin
mascara.
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Una
tarde llega Coyote con las mujeres de Guzmán, eran 4, el jefe me explico que
por la traición en la pelea, él lo mato, y como la apuesta era una mujer, al
perder Guzmán yo tenía derecho a sus mujeres, podía hacer con ellas lo que
quisiera…esto me tomo de sorpresa-
-Jefe,
gracias por defenderme, pero no puedo aceptar a estas mujeres.
-Entonces
véndelas, son tuyas…,
El
jefe se va dejando estas mujeres en mi casa.
Allí
estaban todas calladas y con la cabeza gacha.
-¿Díganme
sus nombres?
-Perra
-Puta
-Conchuda
-Pezón
No pude aguantar la risa, no podía
creer que se llamaran así, entre risas les pregunte quien les puso esos
ridículos nombres.
-El
Amo… pero usted nos puede nombrar como quiera.
-Señoritas,
me gustaría saber si recuerdan sus verdaderos nombres. Perra, fue quien hablo,
-Señor, nuestro Amo nos castigaba cada vez que recordábamos nuestros nombres,
creo que el Mío era Roxana, el de Puta Patricia, el de Conchuda, Lola y el de
Pezón Johana.
-No
tengo muchas comodidades, pero atrás hay una pieza que acomodare para ustedes
por ahora. No esperaba visitas tan temprano, pero algo se puede hacer para que
coman, ayuden a Marcela a preparar comida.
Las dejo en la cocina, mientras salgo
al patio a reflexionar sobre lo ocurrido, esto sería estupendo para cualquier
hombre, 4 mujeres a tu disposición, y más encima sumisas, pero para mí era solo
un problema, surgían varias preguntas, como las mantendría, si bien ganaba buen
porcentaje en el negocio de drogas, no era el jefe de la banda, quizás si las prostituía
podría conseguir más dinero, o si las vendía, eran muchas cosas en que pensar,…un
ruido me saco de mis pensamientos, apague el cigarro y me dirijo a la cocina.
A Roxana, se le había caído una
bandeja con vasos, al verme llegar se sobresaltó tanto, que se cortó la mano
mientras levantaba los trozos rotos, las
otras 3 se alejaron de ella, dejándola sola, solo Marcela se mantenía a su
lado.
Aunque
sabía lo que pasaba, pregunte.
-¿Qué
sucedió?
-Amo,
perdón no quise romper sus vasos… se excusaba Roxana.-merezco un castigo por
ello.
Con esa simple acción me di cuenta que
Guzmán, las castigaba siempre y por todo, esto era otro problema, yo no era así…
recuerdo haber castigado solo una vez a Marcela, del casi año y medio que está
en mi poder, pero estas mujeres están acostumbradas al castigo, tendré que ver
si se acostumbran a mi forma de ser.
-Ven
Roxy, te has cortado.-Marcela trae algo para curarla.
Ella se acerca temerosa, no confía en mí,
ya a mi lado le tomo la cara, ella espera la bofeteada, pero no se la doy.
-Tranquila,
no te lastimare, le acaricio su rostro, -¿Lo has roto a propósito?
-No,
Amo
-Está
bien, solo fue un descuido, que NO se repetirá, ¿Cierto?
-Si
Amo.
Llega
Marcela con vendaje y agua oxigenada, le curo la mano y vendo.
-Ya
está, ahora a comer.
Marcela
y yo nos dirigimos a la mesa, pero ellas no nos siguen.
-Chicas-Dice
Marcela -vengan.
Ninguna
se mueve de su sitio.
-¡!Último
aviso, vengan a sentarse o hoy no comerán¡ digo con dureza.
Ellas
se acercan con cuidado, se sientan y empiezan a comer.
-Lola,
cuénteme sobre Guzmán, como las trataba.
-El
Amo, era duro nos castigaba en la mañana, dándonos 15 azotes a cada una, si no
gritábamos nos alimentaba, luego nos daba los quehaceres de la casa, si lo
hacíamos bien no nos castigaba, en la noche elegía a dos de nosotras para
follar y las otras dos eran encerradas en las jaulas donde dormíamos, cuando
habían fiestas debíamos atender a los invitados en todo lo que pedían, una vez
la semana nos llevaba al sótano donde éramos castigadas y folladas hasta
desvanecernos.
-Guau…
-solo pude decir.
-Aún
no sé qué hacer con ustedes, pero si no me dan problemas no las castigaré, hoy
Marcela les dará sus quehaceres, veremos el día a día, si funciona se quedan
sino…., bueno eso se verá en el momento. Me levanto de la mesa y me dirijo a la
habitación, al salir le indico a Marcela que una vez terminada las
instrucciones a las chicas vaya a la pieza.
Estaba
recostado en la cama, cuando llega Marcela.
-Ven
preciosa, hace tiempo que no te poseo- me siento en la cama y la espero, la
empiezo a desvestir despacio, con caricias, con cariño, le suelto su sujetador
y sobo sus senos, me encantan pues caen perfectamente en mi mano. La tengo con
el dorso desnudo y la tumbo sobre la cama, le acaricio su rostro y beso
apasionadamente, beso su cuello, mientras una de mis manos baja por su cintura
en busca de su coño, lo encuentro palpitando, deseando el roce de mi mano,
escucho su primer quejido,-Eso preciosa libérate, le insto. Sigo masajeando su
clítoris, mientras ella me besa, cuando siento su humedad, saco mi polla y
busco la entrada a ese esplendido lugar, entro con cuidado, pero ella me pide
más, así que se lo doy y penetro con fuerza, luego empiezo a menear dentro
fuera, encontramos nuestro ritmo, luego de un pequeño baile ella estalla en un
gran orgasmo, me quedo dentro de ella un rato, hasta que renace, y vuelvo a
atacar, ahora yo llego al orgasmo, terminamos nuestra fusión, y descansamos un
momento, pero ella sabe lo que viene, se levanta de la cama y hace una mamada
que provoca un nuevo placer en mí.
-Amo,
¿a ellas la va a someter?
-No
sé,
Realmente no sabía, no es que no me
encontrara capaz de tener 5 mujeres para mí, pero ellas están acostumbradas a
otro ritmo de vida, ese ritmo del cual saque a Marcela, no soy una santa
paloma, pero ser cruel con las mujeres no es mi estilo.
Después de tener relaciones con mi
amada, fui a bañarme y vestirme para salir, debía juntarme con el Jefe, para
recibir sus órdenes. Antes de salir me despido de mis huéspedes, Patricia se
acerca.
-Amo,
sabemos que para usted es incómodo que estemos en su casa, no sabe qué hacer
con nosotras, por eso le sugerimos que nos deje encerrada en la pieza, hasta
que sepa qué hacer con nosotras, pero por favor no nos abandone ni nos venda…-
termina en sollozos.
Aunque
estaba atrasado para la reunión debía tomar en cuenta, este reclamo.
-Señoritas,
es cierto que no sé qué hacer con ustedes, pero eso no indica que las
abandonare, por hoy sean mis huéspedes, si quieren estar solas en la pieza ,
bien ; si quieren ayudar a Marcela, mejor, pero lo que no soportare es alguna
disputa o mal entendido, ahora saldré cuando llegue hablaremos.
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Coyote,
se molestó por mi tardanza, pero cuando escucho mis escusas, rio como niño.
-Cabron
como no vas a saber qué hacer con tus 5 hembras…follarlas, por supuesto,
cualquiera en tu lugar ya lo habría hecho, pero tu ….jajajajajja.
-Jefe,
no entiende, como puedo ser Cruel y déspota con esas mujeres, si de ese mundo
saque a Marcela.
-Ya,
el “una santa paloma”…y cuando asaltas y cometes esos crímenes, por lo cual tu
ficha delictual es tan larga, ¿Acaso ahí no eres Cruel?
-Eso
es distinto, eso es pega es supervivencia, además recuerda que no fui capaz de
matar a Guzmán.
-Tienes
razón, pero si no sabes qué hacer con las mujeres véndelas. Ahora a lo que te
cite.
-Soy
todo oído.
-La
Banda de los “Kuicos”, se está acercando a nuestro territorio, están vendiendo
en nuestras esquinas, eso no lo puedo permitir, junta a un buen grupo de
hombres y dales una lección de “Geografía”.
Así,
como el jefe lo pidió, esa noche entramos al barrio de los “Kuicos”, y
destruimos su sede, fue una lucha enorme, disparos, puñetes, bombas,
destrucción total, capturamos a 3 de la banda, a los jefes y se lo llevamos a
Coyote, por mi parte recibí uno que otro golpe, pero nada de cuidado. Estos
tres tipos quedaron a la merced de la furia de Coyote, quien a la usanza de los
Gánster de los años 60, arrojo al
mar a 2 de ellos amarrados con piedras
de gran tamaño, quería dejar en claro a esta banda y a quien se atreviera a
pasar nuestras fronteras que la Banda del Coyote, era de temer. Al último de
los jefes le disparo en sus testículos y sangrando lo envió a su territorio, la
Guerra se había declarado.
Después de este hecho, la vida de la
banda se puso más peligrosa, en varias oportunidades nos cambiamos de casa,
pero siempre dentro de nuestro territorio, ya que después del Jefe, yo era el más
buscado por las bandas rivales y por supuesto la Policía. Como siempre pasa
hasta en la mejores familia, un soplón les dio a la policía nuestra ubicación,
fue así como una de las tardes en que andaba, “trabajando”, varios grupos de
las “Fuerzas Especiales de la Policía”, entraron a la población, y a mi casa…yo
estaba a punto de entrar cuando se me alerto de lo que pasaba, temí por las
chicas, pero también sabía que era lo mejor para ellas, pues volverían a sus
hogares, después de 2 años de estar secuestrada, Marcela volvería a su hogar.
A una distancia prudente, vi como la
policía llevaba esposada a mis Mujeres, seguí el vehículo policial hasta el
cuartel, allí descendieron y fueron llevadas adentro, supongo que pasaron por
una arduo interrogatorio, era normal en estos casos, aunque mi sentido de
supervivencia era huir de ahí, pues estaba claro que ellas darían a conocer mi
rostro, y mi captura sería inminente, pero no, me quede hasta que vi llegar a
los familiares de las mujeres, después de esto cada una se fue a su hogar, y yo
hui, desaparecí por casi 3 meses, pero el amor a Marcela me hizo volver.
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Una noche, después de sopesar todo mi
actuar fui a la Casa de Marcela, quería verla, tan solo verla, por mis amigos a
quienes les había pedido que vigilaran la casa, supe cuál era la habitación de
mi amada, entre con sigilo quedándome escondido en el closet, allí puede ver y
escuchar una conversación clave.
_Hija,
entiende debes olvidar a ese maldito, y dar a conocer su rostro a la policía,
ese hombre te mantuvo secuestrada, te violo y castigo…como lo puedes defender
tanto.
-Madre,
tu eres la que no entiendes, antes de que ese “maldito” como tú dices me
“rescatara”, estuve siendo la puta de todos los de la Banda, ellos eran los que
abusaban de mí, el solo me cuidaba.
-Pero,
hija…¡¡ese hombre te compro!! ¡¡Como quien compra un objeto!!
-Padre,
era lo que él tenía que hacer, el me defendió en muchas oportunidades, el me
respetaba.
-Hija,
por favor saca esa venda de tus ojos, si él te amaba, como tú dices, porque nos
cuentas que una vez te castigo por no lavar la loza.
-Ustedes
no entienden nada…
Escucho
que sube las escaleras, llega a la pieza, se lanza sobre la cama y llora, llora
desconsolada…
_Porque?
No me entienden, que tú me salvaste, que tú me cuidabas… lloraba…
Esa frase la dirigía a mí, pero a la
distancia. Estaba a punto de salir a consolarla, cuando su Madre entra.
-Marcela,
entiende a tu padre y a mí, nosotros te perdimos, te dimos por muerta, al saber
que estabas viva, nos dio una alegría tremenda, pero saber lo que has sufrido,
el dolor ha vuelto, solo queremos que ese maldito
pague por el daño que te hizo, que pague por el daño que ha hecho, ¿acaso no
sabes su prontuario?, ¡¡es un criminal!!.
Ella se sienta en la cama, abraza a su
madre.-Madre se lo que has sufrido por mi ausencia, pero entiéndeme tu a mí,
dentro de ese infierno que viví, Mi Amo, era un Ángel, era un hombre bueno, se
su prontuario y si no lo conociera, también me asustaría pero conmigo nunca fue
cruel, y si esa vez me castigo me lo merecía, y fue solo una vez. Ahora déjame
sola que quiero descansar.
Su madre cierra la puerta, Marcela le
pone llave, vuelve a su cama a llorar.
Quiero salir de mi escondite y consolarla,
pero algo en mí no me deja, quizás su madre tenía razón, soy un criminal, y
ella nunca sería feliz o estaría segura en mi mundo, espero que se duerma para
salir de ahí, cuando creo que ya sueña profundamente, me acerco a ella y le
susurro que la amo y la dejo libre, ella entre sueños dice:- Amo no me abandone…. Salgo de la pieza,
esperando no volver a verla.
Seis meses fuera del país, y no podía
olvidarla, seis meses escondido si tener vida, solo pensando en ella, decidí
volver al país, pasaba tardes enteras frente su casa, solo para verla un
momento, una tarde nuestras miradas se cruzaron, y creo que ella me reconoció, después
de eso preferí salir de ese lugar, una tarde ella se contactó conmigo, por
medio de Roxana, ella no pudo acostumbrarse a su vida empezó a prostituirse,
una noche mientras buscaba desahogarme, di con ella, quien apenas subió al auto
me reconoció.
-Amo¡¡
-Roxana,
que haces acá...
-No
pude acostumbrarme a la vida “normal”, necesitaba ser usada, lastimada. Como la
banda se dispersó, llegue a la calle, acá me siento plena, la paga es buena,
pero a usted no le cobro, sonríe.
-No,
no quiero tenerte esta noche.
-Aun
piensa en Marcela, ella también lo hace, hace un par de semanas me dejo esta
carta por si algún día lo encontrara.
Abro
el sobre con premura.
Querido
Amo.
Ya llevo nueve meses lejos de usted, y aunque
mis cercanos tratan de convencerme que usted es un ser malvado, y yo su
víctima, no puedo dejar de pensar en usted, en sus caricias y en sus buenos
tratos. Deseo verlo una vez más, pero sé que eso es imposible e inseguro, prefiero
sentirlo lejos que verlo encarcelado.
Lo amo.
Después de leerla el corazón se
rompió, una parte de mi quería mandar todo a la cresta he ir en su búsqueda , para tenerla solo para mí,
otra parte me trataba de convencer que dejara todo tal como estaba, y que el
tiempo curara todo, ella fuera feliz sin mí. Pero adivinen que parte de mi
gano...
Analice la carta mil veces, estaba
seguro de su contenido, ella me AMABA, le ofrecí a Roxana que me ayudara a
cambio de protección y una buena paga, ella como pensé no lo dudó ni un
segundo, y acepto ser un puente entre ella y yo.
Espere 3 meses hasta que por fin se
dio la oportunidad, nuestro encuentro seria en el baño de mujeres del Mall
ubicado a dos cuadras de su casa, (a ella no la dejaban salir más lejos), era
peligroso para mí, pero valía el riesgo, de esta cita dependía nuestro futuro.
Para concertar la cita esta seria así, “Roxana junto a las chicas y a Marcela irían
a la heladería del mall, si en la conversación entablada con Marcela aun
pensaba en volver a mi lado, ella enviaría un Whatsapp, para que nos juntáramos
en el baño de mujeres más próximo al piso donde estaban, de lo contrario no
habría comunicación y esto se terminaba”. Por suerte ella aun no me había
olvidado, así que la espere en el baño, este estaba vacío, ella entro junto a
Roxana luego de entrar ambas salgo de mi escondite y coloco un cartel fuera del
baño indicando su aseo, eso daba un margen de 20 minutos. Al verme se lanza a
mis brazos.
-Amo,
has vuelto…
Me
abrazaba y lloraba, luego de unos minutos de caricias y besos llenos de ternura
y amor, ella se aleja de pronto de mí, eso me inquieta.
-Amo,
no puedes estar acá, te pueden detener.
Ese
pensamiento de protección más me hizo amarla.
-No
importa, si estoy a tu lado. Le beso en la frente.
-A
mí me importa, si no puedo estar a su lado, prefiero no verle más, que verlo
preso…o lo que sería peor…. Muerto…solloza.
En eso se aparta de mí, para quedar
frente al espejo del lavamanos, allí solloza en silencio, y sin mirar me relata
un poco de lo que ha vivido hasta hoy.
-Amo,
desde que lo deje no puedo dejar de pensar en usted, en sus gestos caricias,… solloza,
mis padres en su intento de recuperar el tiempo perdido han tratado de
convencerme de lo malvado que es quien me secuestro, de quien me tenía cautiva,
la policía me mostro su prontuario varias veces: Asesino, violador,
secuestrador y otros crímenes menores, Pero yo insistía en que usted era bueno,
que dentro de todo lo malo que había vivido en ese infierno, usted era mi Ángel…cada
vez que hablaban mal de usted yo defendía como animal salvaje, eso provocaba la
pena de mi madre y la rabia de mi Padre… (Se da vuelta hacia mí me abraza) Amo, ahora mi casa es un infierno…rescáteme
por favor…
-Marcela,
siento mucho tu dolor, espera un poco más… un par de semanas, cuando tenga todo
listo te aviso y nos vamos, nos vamos lejos…pero eso significaría vivir siempre
escondidos y huyendo… ¿lo aceptas?
-Amo,
si estoy a tu lado, lo puedo soportar todo.
-Marcela,
ahora lávate la cara y sal de aquí trata de pasar inadvertida, estaremos en
contacto.
-¿Por
medio de Roxana?-pregunta.
-No,
ella se arriesga mucho, ahora vete.
Mientras
se aleja, yo salgo del edificio, evitando las cámaras
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Cuando Marcela, llego a su casa, fue
directo a su habitación el encuentro con su amo, le dio esperanza estaba
contenta, podría volver a su lado, estar con él, sus padres notaron este cambio
tan repentino por un momento creyeron que por fin su hija se había sanado, pero
un informe de la policía les hizo entender lo equivocado que estaban, la
policía había seguido a todos los contactos de Marcela desde que volvió a casa,
por esa investigación descubrieron que Roxana era el nexo entre Prietto y
Marcela, que la visita al Mall, era en si una cita con el Criminal más buscado,
del país, lamentablemente esta investigación salió a la luz my tarde y ese
delincuente ya había escapado de nuevo. Por eso necesitaban que Marcela
cooperara para la captura de este delincuente, pero si ella se negaba, seria
acusada como miembro de la banda, sentenciada a prisión, su padre al escuchar
esto, manda a buscar a su hija.
Marcela baja sin siquiera imaginar lo
que la esperaba, al llegar al despacho de su Padre, se encuentra con la
policía, escucha la información que tiene sobre ella, esta le informa sobre las
consecuencias de mantener relaciones con Prietto, la policía la orienta a
entregar a este delincuente, por el bien de ella y de su familia. Para Marcela
esto es un balde de agua fría, solo pensaba en como avisarle a su Amo que
estaba en peligro.
La seguridad de la casa de redoblo,
pero para Prietto, eso no era problema conocía la casa a la perfección, la había vigilado por casi un
año, sabia en que momentos eran los cambios de turnos y cuánto tiempo se
demoraban en dar el informe diario, eso le daba un margen de 10 minutos, sabia
además cuántos grados giraban las cámaras de seguridad por lo cual conocía
cuales eran los puntos muertos, con esta información más otros datos, se aventuró
esa noche para ver a Marcela y ultimar los detalles de su fuga. El plan se
basaba en juntarse en el muelle mezclarse entre el público y desaparecer. La
cita seria el día siguiente,
Epilogo.
Marcela, sentenciada por su padre y la
policía, debió dar la información de donde se juntarían, la policía puso a su
personal en el muelle para capturar por fin a Prietto, cuando Marcela se acerca
al muelle iba muy nerviosa pues iba ser como Judas por un beso delataría a su
amado, de pronto el muelle se llenó de público, Marcela se perdió entre la
multitud ni la policía ni su padre estaban seguros donde estaba, ella seguía
caminando el grupo de gente la hacía avanzar a un lugar desconocido, de pronto
siente que alguien la toma del brazo y la saca del lugar….
La policía rastrea el muelle y los
sectores aledaños sin dar con el paradero de Marcela, solo se dio con la ropa
que llevaba ella y los micrófonos que la policía le había puesto para escuchar
la conversación cuando esta estuviera con Prietto, en ese momento se dio la
orden de cerrar todos los puertos fronterizos del país, cercar los aeropuertos
para evitar la salida del país de Marcela y Prietto….
Pero
todo fue en vano, ellos ya estaban lejos en alguna isla solitaria o en algún
país sin extradición, viviendo su amor, un amor entre El Secuestrador y su víctima….Un
amor al estilo ESTOCOLMO