viernes, 4 de julio de 2014

Un amor al estilo ESTOCOLMO



Pertenezco a esta banda desde que apenas tenía once años, la banda ha sido mi familia desde entonces, junto a ella he participado en varios atracos por ejemplo mi primer trabajo fue a los 12 años el que consistió en asaltar una botillería, recuerdo que estaba tan nervioso que apenas podía sostener la escopeta, pero lo puede hacer, lo que me permitió entrar a la banda. A los 18 años debute con una  puta, después de eso las mujeres, las droga y el dinero fácil era mi estilo de vida, no le encontraba lo malo, era solo lo que me toco. Pero desde sus inicios hasta ahora nuestra banda había cambiado de rumbo, ya no solo cometíamos crímenes o asaltos, ahora traficábamos mujeres.
Las “victimas” eran reclutadas en la calle o en fiestas, era un trabajo fácil de gran ganancia, una hembra fácilmente era vendida entre 200 a 6.000 dólares, de esta ganancia el jefe se quedaba con el 30% y 15% para quien entregaba la mercancía y el resto para el grupo. Mientras más hembras conseguías más dinero entraba a la banda. Cada vez que cazabas una mujer debías someterla con violencia, hacerla sentir que no saldría bien de esta, que nosotros éramos lo mejor que le había pasado, antes de venderla, por lo cual la víctima era abusaba por todos o casi todos los miembros de la banda, por todos sus orificios, azotada y si el cliente lo exigía anillada y marcada, aunque habían casos que se pedía una mercancía especial, “Vírgenes”, en esos casos se capturaba y se entregaba de inmediato , este tipo de entrega podría llevar hasta el millón de dólares, era lo que más codiciaba la banda, pero lo más difícil de conseguir.
A pesar que se ganaba bien con este negocio, casi nunca participaba de él, prefería encargarme de los otros negocios (droga y asaltos), pues a pesar de ser un miembro de esta banda, abusar de  las mujeres no era lo mío, un día llego una mercancía diferente, su mirada me cautivo desde el principio, Marcela era su nombre, ella recibió el mismo trato que las otras, era un espectáculo dantesco que no podía soportar, ella se rehusaba a ser considerada un objeto por lo cual su enseñanza fue cruel.
En muchas ocasiones la dejaban tan adolorida que quedaba inconsciente, eran esos momentos en donde me acercaba a verla, para brindarle “ayuda”, que tan solo se basaba en dar un poco de comida y agua, siempre que me acercaba a ella iba encapuchado, no quería que viera mi rostro,  para resguardar mi identidad, ella siempre me daba las gracias, en algunas ocasiones la consolaba haciéndola dormir en mis brazos, me molestaba ver como los demás se turnaban para abusar de ella, y se reían a mis espaldas por mis “acciones humanitarias” por alguien que al final sería solo una puta más, pesar de todo y sabiendo que la banda no estaría de acuerdo con lo que iba hacer, fui donde “Coyote”, el jefe y la compre, El Coyote como para provocar un desinterés en la compra de Marcela puso un alto precio, por lo cual debí realizar trabajos extras para obtener el dinero pedido, mientras esto ocurría debía ver como cada día la sometían a crueles castigos.
Cuando por fin pude reunir el dinero se lo entregue al Jefe, quien dio la orden de que ella fuese llevada  a mis aposentos, atada y vendada. Ella no podría ver mi rostro, fue la norma de Coyote, así que o ella permanecía vendada o yo usaba mascara. Una vez en mi poder, me acerque suavemente, la desate.
-Por favor, no me hagan más daño- suplicaba.
Le acaricié el rostro y quite su venda, quería mirarla a los ojos, esos ojos que me cautivaron, ella temerosa, se deja tocar, me reconoce y sonríe- ha llegado mi salvador –dijo.
-Marcela, acá estarás un poco más segura, por esta noche dormirás en mi cama…, con tan solo dormir en cama su rostro cambio, luego de pasar casi seis meses durmiendo en el suelo esto era un regalo.
Luego de pasar la primera noche, aunque no lo crean no hubo sexo ni tocaciones, solo ella durmió a mi lado, luego de ello, en la mañana le pase ropas para que se cubriera, y prepare el desayuno mientras ella se duchaba y vestía. La llame varias veces, pero como se demoraba en venir fui en su búsqueda, ella estaba con la toalla envuelta, desnuda olía exquisita, al notar mi presencia se estremeció, se suelta la toalla y me muestra su cuerpo lleno de cicatrices, se gira hacia el espejo, llora. Me acerco a ella y la acurruco a mi cuerpo, para consolar su llanto, no puedo negarlo, mi polla se endureció tan solo al verla desnuda, pero no era el momento, luego de un rato le susurró al oído vístete para que tomes desayuno
Me levanto para salir de ahí y esperarla en  la cocina, luego llega se sienta y se sirve su primer desayuno, lo hace con ganas no desperdicia nada, la miro y desde debajo de mi mascara sonrío, cuando he terminado me levanto y acomodo en un sillón que esta frente a la chimenea, mientras espero que ella termine y ordene la cocina (si voy a tener una mujer en casa que la mantenga como debe), cuando termina estas labores se queda de pie al lado de la cocina, no sabe qué hacer.
-Acércate., ven a sentarte a mi lado.
Ella se acerca con sigilo y temor, sentándose a mi lado pero en el otro extremo del sillón. Le tomo la mano y le pido que se acerque más, que se recueste en mi regazo, en esa posición le acaricio su hermoso rostro, separando su pelo de su cara.
-Marcela, me temes?
-No sé, has sido bueno conmigo, pero me has comprado.
-Tienes razón, te he comprado y pretendo hacer de ti una buena amante, sumisa o esclava como quieras llamar a esta relación, no puedo prometer que no te castigare, pues eso depende de tu comportamiento.
-Pero me venderás?
-Por ahora eso no está en mis pensamientos,
-Entonces es lo mismo estar a su lado que con la banda.
-Quizás, ponte de pie.



Me paro al lado de ella le tomo el rostro y beso en la boca, apasionadamente, ella quizás por miedo o por deseo se deja ser, le acaricio la cara con dulzura sigo besando, mis caricias pasan a su cuerpo, ese cuerpo castigado, magullado, con paciencia la voy excitando quiero que ella se entregue a mí, que pida … que me necesite…, me cuesta pero luego de un rato de caricias y manoseo…ella lo pide, …y accedo a sus requerimientos, …la penetro, ella se queja al principio mi polla la lastima, quizás por su tamaño o por las lesiones en su vagina, (si mal no recuerdan ella era usada casi todo el día), al terminar ella gentilmente me hace una mamada de los Dioses, estaba tanto tiempo esperando esto, que explote en el acto.
Después de esto, le di sus funciones en la casa. Y salí a trabajar.
Mi rutina de vida cambio, en vez de llegar a una casa vacía y helada, llegaba a un hogar, donde me esperaba una mujer, mi mujer, mi sumisa…
Pero ella, aun no aceptaba 100% su sumisión, eso lo descubrí cuando me pregunto, si algún día volvería a su hogar, a su vida...
-¿Quieres volver a la banda? Le pregunto.
-No, ¡Jamás quiero volver a ese lugar!
-Entonces-
-Quiero volver a mi hogar, a mi vida.
-Marcela, este es tu hogar…y si no te gusta, te vendo a la banda y listo…
-Amo, tú me dijiste que no me venderías!!
-Sí, pero si no estás contenta conmigo, te devuelvo.
Ella se acerca y me abraza, NUNCA AMO, NUNCA PERMITAS QUE ME VAYA DE CASA…
Después de ese incidente, cambie la seguridad de la casa, no permitiría que ella saliera de casa, aunque en si esta seguridad no era necesaria, pues mi hogar estaba ubicado en el sector de la ciudad donde la Banda marcaba el territorio.

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Un  día llegue tarde, al entrar a casa, esta estaba vacía, la busque por toda la casa, pero no estaba, en eso recibo la llamada de Coyote.
-Se te perdió alguien?, ven a buscarla.
Luego de esa llamada, tome precauciones y fui donde Coyote. Al llegar la vi de inmediato, estaba atada a la cruz de San Andrés, se notaba que la habían golpeado, me acercaba con cautela, Coyote y Guzmán estaban a su lado, El jefe, le acariciaba la cara, quitándole las lágrimas de su rostro, en tanto Guzmán, castigaba sus senos, ella apenas se quejaba, cuando por fin me diviso, su rostro describía que sentía miedo, yo en tanto solo esperaba.
-Prietto, te duro poco tu juguete, eso pasa cuando lo dejas botado en la calle, pasa cualquiera y se lo lleva…me contaba con sarcasmo-dijo Guzmán.
Tenía que mantener la calma, averiguar qué había pasado, porque Marcela estaba allí, por lo cual solo callaba, mientras escuchaba a Coyote.
-Tu Puta, salió a la calle esta mañana, y se perdió entre las calles, por suerte Guzmán la encontró, bueno como tú sabes lo que se encuentra en la calle no tiene dueño…jajajajajajjaja..
Ya entendía hacia donde iban estos dos, querían a Marcela, por lo que creía conocerla, dudaba que ella saliera de la casa, y eso comente frente a ellos.
-Quizás tienes razón, preguntémosle a la Perra- Coyote, le pregunta a Mi Niña, como llego a este lugar, ella con valentía relato lo sucedido.
-Mi Amo, salió a trabajar como todos los días, mientras hacia el aseo, sentí que tocaban la puerta, como mi Amo me tenía prohibido abrirla, no hice caso, y seguí en mis quehaceres, pero los golpes eran cada vez más fuertes, hasta que Guzmán junto a otros dos, entraron a la casa y me capturaron…
Marcela, iba seguir contando, pero Guzmán, la golpeo para hacerla callar, e increparla que estaba mintiendo.
-Coyote, reclamo mi propiedad, reclamo por la versión de Marcela, dame la oportunidad de rescatarla.
El jefe luego de analizar la situación, decide que para rescatarla debía luchar con Guzmán, quien ganara se llevaría a Marcela.
A pesar que Guzmán era un tipo más alto y corpulento que yo, acepte el reto, me atreví a pedir que soltaran a Marcela, se me concedió esa oportunidad, fui donde estaba, la saque de la cruz y deje sobre una silla.
-Amo, no lo haga, no se exponga por mí, -dice entre sollozos, le callo con un beso, y le digo- Tranquila niña, saldremos de esta.
Ya en el centro de la pieza, el grupo hacia hecho un circulo donde se armaría la pelea, Coyote solo nos permitió usar nuestros puños, el primer golpe lo recibí de pleno en la cara, mi labio sangro y escucha la risa del grupo, me toco atacar, lo abrace y tire al suelo, ese era el lugar más cómodo para mí, lo golpeé en la cara, muchas veces, pero él era ágil luego se zafó de mí y se paró, al estar de pie lanza patadas, las cuales me pega en las costillas, me tumba al suelo, allí sigue pateando, a lo lejos escucho risas del grupo y el llanto de Marcela, ese llanto me dio fuerza, y me pare tambaleando, ya no me quedaban muchas fuerzas, pero ataque igual, fue mi mejor golpe lo deje en el suelo, ahora me tocaba a mi patear, lo hice con rabia, con fuerza, lo deje un momento inconsciente, en ese momento alguien del grupo le lanza un cuchillo, con el me ataca, no recuerdo mucho, pero logre quitarle el cuchillo y lo derrumbe al suelo, estaba con el cuchillo al borde de su cuello, vi sus ojos de odio, pero no pude matarlo, solo deje el cuchillo en el suelo y voy en busca de Marcela, cuando detrás de mí viene Guzmán con el arma hacia mí, en eso escucho un disparo, y me desmayo…
… abro los ojos, veo a Marcela a mi lado…cierro
… Marcela…Marcela…llamo a lo lejos…
…Escucho… -Prietto está muy mal herido, debemos llevarlo al Hospital, jefe…aquí no va a durar mucho….
…Ella está a mi lado….
…Amo, aguante… luche…no me deje…
… Prietto….vamos hombre…tú puedes salir de esta…

Estuve 3 días inconsciente, me dijo Marcela, también dijo que el Jefe venía a verme seguido, el Matasano (el doctor de la banda) me encontró, 4 costillas rotas y dos cortes en el cuerpo.
Luego de un tiempo me recupere, debido a los cuidados que debía acceder, ya no usaba mascara por lo cual, Marcela ya podía reconocerme, me gustaba estar sin mascara.

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Una tarde llega Coyote con las mujeres de Guzmán, eran 4, el jefe me explico que por la traición en la pelea, él lo mato, y como la apuesta era una mujer, al perder Guzmán yo tenía derecho a sus mujeres, podía hacer con ellas lo que quisiera…esto me tomo de sorpresa-
-Jefe, gracias por defenderme, pero no puedo aceptar a estas mujeres.
-Entonces véndelas, son tuyas…,
El jefe se va dejando estas mujeres en mi casa.
Allí estaban todas calladas y con la cabeza gacha.
-¿Díganme sus nombres?
-Perra
-Puta
-Conchuda
-Pezón
No pude aguantar la risa, no podía creer que se llamaran así, entre risas les pregunte quien les puso esos ridículos nombres.
-El Amo… pero usted nos puede nombrar como quiera.
-Señoritas, me gustaría saber si recuerdan sus verdaderos nombres. Perra, fue quien hablo, -Señor, nuestro Amo nos castigaba cada vez que recordábamos nuestros nombres, creo que el Mío era Roxana, el de Puta Patricia, el de Conchuda, Lola y el de Pezón Johana.
-No tengo muchas comodidades, pero atrás hay una pieza que acomodare para ustedes por ahora. No esperaba visitas tan temprano, pero algo se puede hacer para que coman, ayuden a Marcela a preparar comida.
Las dejo en la cocina, mientras salgo al patio a reflexionar sobre lo ocurrido, esto sería estupendo para cualquier hombre, 4 mujeres a tu disposición, y más encima sumisas, pero para mí era solo un problema, surgían varias preguntas, como las mantendría, si bien ganaba buen porcentaje en el negocio de drogas, no era el jefe de la banda, quizás si las prostituía podría conseguir más dinero, o si las vendía, eran muchas cosas en que pensar,…un ruido me saco de mis pensamientos, apague el cigarro y me dirijo a la cocina.
A Roxana, se le había caído una bandeja con vasos, al verme llegar se sobresaltó tanto, que se cortó la mano mientras  levantaba los trozos rotos, las otras 3 se alejaron de ella, dejándola sola, solo Marcela se mantenía a su lado.
Aunque sabía lo que pasaba, pregunte.
-¿Qué sucedió?
-Amo, perdón no quise romper sus vasos… se excusaba Roxana.-merezco un castigo por ello.
Con esa simple acción me di cuenta que Guzmán, las castigaba siempre y por todo, esto era otro problema, yo no era así… recuerdo haber castigado solo una vez a Marcela, del casi año y medio que está en mi poder, pero estas mujeres están acostumbradas al castigo, tendré que ver si se acostumbran a mi forma de ser.
-Ven Roxy, te has cortado.-Marcela trae algo para curarla.
Ella se acerca temerosa, no confía en mí, ya a mi lado le tomo la cara, ella espera la bofeteada, pero no se la doy.
-Tranquila, no te lastimare, le acaricio su rostro, -¿Lo has roto a propósito?
-No, Amo
-Está bien, solo fue un descuido, que NO se repetirá, ¿Cierto?
-Si Amo.
Llega Marcela con vendaje y agua oxigenada, le curo la mano y vendo.
-Ya está, ahora a comer.
Marcela y yo nos dirigimos a la mesa, pero ellas no nos siguen.
-Chicas-Dice Marcela -vengan.
Ninguna se mueve de su sitio.
-¡!Último aviso, vengan a sentarse o hoy no comerán¡ digo con dureza.
Ellas se acercan con cuidado, se sientan y empiezan a comer.
-Lola, cuénteme sobre Guzmán, como las trataba.
-El Amo, era duro nos castigaba en la mañana, dándonos 15 azotes a cada una, si no gritábamos nos alimentaba, luego nos daba los quehaceres de la casa, si lo hacíamos bien no nos castigaba, en la noche elegía a dos de nosotras para follar y las otras dos eran encerradas en las jaulas donde dormíamos, cuando habían fiestas debíamos atender a los invitados en todo lo que pedían, una vez la semana nos llevaba al sótano donde éramos castigadas y folladas hasta desvanecernos.
-Guau… -solo pude decir.
-Aún no sé qué hacer con ustedes, pero si no me dan problemas no las castigaré, hoy Marcela les dará sus quehaceres, veremos el día a día, si funciona se quedan sino…., bueno eso se verá en el momento. Me levanto de la mesa y me dirijo a la habitación, al salir le indico a Marcela que una vez terminada las instrucciones a las chicas vaya a la pieza.
Estaba recostado en la cama, cuando llega Marcela.
-Ven preciosa, hace tiempo que no te poseo- me siento en la cama y la espero, la empiezo a desvestir despacio, con caricias, con cariño, le suelto su sujetador y sobo sus senos, me encantan pues caen perfectamente en mi mano. La tengo con el dorso desnudo y la tumbo sobre la cama, le acaricio su rostro y beso apasionadamente, beso su cuello, mientras una de mis manos baja por su cintura en busca de su coño, lo encuentro palpitando, deseando el roce de mi mano, escucho su primer quejido,-Eso preciosa libérate, le insto. Sigo masajeando su clítoris, mientras ella me besa, cuando siento su humedad, saco mi polla y busco la entrada a ese esplendido lugar, entro con cuidado, pero ella me pide más, así que se lo doy y penetro con fuerza, luego empiezo a menear dentro fuera, encontramos nuestro ritmo, luego de un pequeño baile ella estalla en un gran orgasmo, me quedo dentro de ella un rato, hasta que renace, y vuelvo a atacar, ahora yo llego al orgasmo, terminamos nuestra fusión, y descansamos un momento, pero ella sabe lo que viene, se levanta de la cama y hace una mamada que provoca un nuevo placer en mí.
-Amo, ¿a ellas la va a someter?
-No sé,
Realmente no sabía, no es que no me encontrara capaz de tener 5 mujeres para mí, pero ellas están acostumbradas a otro ritmo de vida, ese ritmo del cual saque a Marcela, no soy una santa paloma, pero ser cruel con las mujeres no es mi estilo.
Después de tener relaciones con mi amada, fui a bañarme y vestirme para salir, debía juntarme con el Jefe, para recibir sus órdenes. Antes de salir me despido de mis huéspedes, Patricia se acerca.
-Amo, sabemos que para usted es incómodo que estemos en su casa, no sabe qué hacer con nosotras, por eso le sugerimos que nos deje encerrada en la pieza, hasta que sepa qué hacer con nosotras, pero por favor no nos abandone ni nos venda…- termina en sollozos.
Aunque estaba atrasado para la reunión debía tomar en cuenta, este reclamo.
-Señoritas, es cierto que no sé qué hacer con ustedes, pero eso no indica que las abandonare, por hoy sean mis huéspedes, si quieren estar solas en la pieza , bien ; si quieren ayudar a Marcela, mejor, pero lo que no soportare es alguna disputa o mal entendido, ahora saldré cuando llegue hablaremos.

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Coyote, se molestó por mi tardanza, pero cuando escucho mis escusas, rio como niño.
-Cabron como no vas a saber qué hacer con tus 5 hembras…follarlas, por supuesto, cualquiera en tu lugar ya lo habría hecho, pero tu ….jajajajajja.
-Jefe, no entiende, como puedo ser Cruel y déspota con esas mujeres, si de ese mundo saque a Marcela.
-Ya, el “una santa paloma”…y cuando asaltas y cometes esos crímenes, por lo cual tu ficha delictual es tan larga, ¿Acaso ahí no eres Cruel?
-Eso es distinto, eso es pega es supervivencia, además recuerda que no fui capaz de matar a Guzmán.
-Tienes razón, pero si no sabes qué hacer con las mujeres véndelas. Ahora a lo que te cite.
-Soy todo oído.
-La Banda de los “Kuicos”, se está acercando a nuestro territorio, están vendiendo en nuestras esquinas, eso no lo puedo permitir, junta a un buen grupo de hombres y dales una lección de “Geografía”.
Así, como el jefe lo pidió, esa noche entramos al barrio de los “Kuicos”, y destruimos su sede, fue una lucha enorme, disparos, puñetes, bombas, destrucción total, capturamos a 3 de la banda, a los jefes y se lo llevamos a Coyote, por mi parte recibí uno que otro golpe, pero nada de cuidado. Estos tres tipos quedaron a la merced de la furia de Coyote, quien a la usanza de los Gánster de los años 60,  arrojo al mar  a 2 de ellos amarrados con piedras de gran tamaño, quería dejar en claro a esta banda y a quien se atreviera a pasar nuestras fronteras que la Banda del Coyote, era de temer. Al último de los jefes le disparo en sus testículos y sangrando lo envió a su territorio, la Guerra se había declarado.
Después de este hecho, la vida de la banda se puso más peligrosa, en varias oportunidades nos cambiamos de casa, pero siempre dentro de nuestro territorio, ya que después del Jefe, yo era el más buscado por las bandas rivales y por supuesto la Policía. Como siempre pasa hasta en la mejores familia, un soplón les dio a la policía nuestra ubicación, fue así como una de las tardes en que andaba, “trabajando”, varios grupos de las “Fuerzas Especiales de la Policía”, entraron a la población, y a mi casa…yo estaba a punto de entrar cuando se me alerto de lo que pasaba, temí por las chicas, pero también sabía que era lo mejor para ellas, pues volverían a sus hogares, después de 2 años de estar secuestrada, Marcela volvería a su hogar.
A una distancia prudente, vi como la policía llevaba esposada a mis Mujeres, seguí el vehículo policial hasta el cuartel, allí descendieron y fueron llevadas adentro, supongo que pasaron por una arduo interrogatorio, era normal en estos casos, aunque mi sentido de supervivencia era huir de ahí, pues estaba claro que ellas darían a conocer mi rostro, y mi captura sería inminente, pero no, me quede hasta que vi llegar a los familiares de las mujeres, después de esto cada una se fue a su hogar, y yo hui, desaparecí por casi 3 meses, pero el amor a Marcela me hizo volver.
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Una noche, después de sopesar todo mi actuar fui a la Casa de Marcela, quería verla, tan solo verla, por mis amigos a quienes les había pedido que vigilaran la casa, supe cuál era la habitación de mi amada, entre con sigilo quedándome escondido en el closet, allí puede ver y escuchar una conversación clave.
_Hija, entiende debes olvidar a ese maldito, y dar a conocer su rostro a la policía, ese hombre te mantuvo secuestrada, te violo y castigo…como lo puedes defender tanto.
-Madre, tu eres la que no entiendes, antes de que ese “maldito” como tú dices me “rescatara”, estuve siendo la puta de todos los de la Banda, ellos eran los que abusaban de mí, el solo me cuidaba.
-Pero, hija…¡¡ese hombre te compro!! ¡¡Como quien compra un objeto!!
-Padre, era lo que él tenía que hacer, el me defendió en muchas oportunidades, el me respetaba.
-Hija, por favor saca esa venda de tus ojos, si él te amaba, como tú dices, porque nos cuentas que una vez te castigo por no lavar la loza.
-Ustedes no entienden nada…
Escucho que sube las escaleras, llega a la pieza, se lanza sobre la cama y llora, llora desconsolada…
_Porque? No me entienden, que tú me salvaste, que tú me cuidabas… lloraba…
Esa frase la dirigía a mí, pero a la distancia. Estaba a punto de salir a consolarla, cuando su Madre entra.
-Marcela, entiende a tu padre y a mí, nosotros te perdimos, te dimos por muerta, al saber que estabas viva, nos dio una alegría tremenda, pero saber lo que has sufrido, el dolor ha vuelto, solo queremos que ese maldito pague por el daño que te hizo, que pague por el daño que ha hecho, ¿acaso no sabes su prontuario?, ¡¡es un criminal!!.
Ella se sienta en la cama, abraza a su madre.-Madre se lo que has sufrido por mi ausencia, pero entiéndeme tu a mí, dentro de ese infierno que viví, Mi Amo, era un Ángel, era un hombre bueno, se su prontuario y si no lo conociera, también me asustaría pero conmigo nunca fue cruel, y si esa vez me castigo me lo merecía, y fue solo una vez. Ahora déjame sola que quiero descansar.
Su madre cierra la puerta, Marcela le pone llave, vuelve a su cama a llorar.
Quiero salir de mi escondite y consolarla, pero algo en mí no me deja, quizás su madre tenía razón, soy un criminal, y ella nunca sería feliz o estaría segura en mi mundo, espero que se duerma para salir de ahí, cuando creo que ya sueña profundamente, me acerco a ella y le susurro que la amo y la dejo libre, ella entre sueños dice:- Amo no me abandone…. Salgo de la pieza, esperando no volver a verla.

Seis meses fuera del país, y no podía olvidarla, seis meses escondido si tener vida, solo pensando en ella, decidí volver al país, pasaba tardes enteras frente su casa, solo para verla un momento, una tarde nuestras miradas se cruzaron, y creo que ella me reconoció, después de eso preferí salir de ese lugar, una tarde ella se contactó conmigo, por medio de Roxana, ella no pudo acostumbrarse a su vida empezó a prostituirse, una noche mientras buscaba desahogarme, di con ella, quien apenas subió al auto me reconoció.
-Amo¡¡
-Roxana, que haces acá...
-No pude acostumbrarme a la vida “normal”, necesitaba ser usada, lastimada. Como la banda se dispersó, llegue a la calle, acá me siento plena, la paga es buena, pero a usted no le cobro, sonríe.
-No, no quiero tenerte esta noche.
-Aun piensa en Marcela, ella también lo hace, hace un par de semanas me dejo esta carta por si algún día lo encontrara.
Abro el sobre con premura.

Querido Amo.

Ya llevo nueve meses lejos de usted, y aunque mis cercanos tratan de convencerme que usted es un ser malvado, y yo su víctima, no puedo dejar de pensar en usted, en sus caricias y en sus buenos tratos. Deseo verlo una vez más, pero sé que eso es imposible e inseguro, prefiero sentirlo lejos que verlo encarcelado.
 Lo amo.

Después de leerla el corazón se rompió, una parte de mi quería mandar todo a la cresta he  ir en su búsqueda , para tenerla solo para mí, otra parte me trataba de convencer que dejara todo tal como estaba, y que el tiempo curara todo, ella fuera feliz sin mí. Pero adivinen que parte de mi gano...

Analice la carta mil veces, estaba seguro de su contenido, ella me AMABA, le ofrecí a Roxana que me ayudara a cambio de protección y una buena paga, ella como pensé no lo dudó ni un segundo, y acepto ser un puente entre ella y yo.
Espere 3 meses hasta que por fin se dio la oportunidad, nuestro encuentro seria en el baño de mujeres del Mall ubicado a dos cuadras de su casa, (a ella no la dejaban salir más lejos), era peligroso para mí, pero valía el riesgo, de esta cita dependía nuestro futuro. Para concertar la cita esta seria así, “Roxana junto a las chicas y a Marcela irían a la heladería del mall, si en la conversación entablada con Marcela aun pensaba en volver a mi lado, ella enviaría un Whatsapp, para que nos juntáramos en el baño de mujeres más próximo al piso donde estaban, de lo contrario no habría comunicación y esto se terminaba”. Por suerte ella aun no me había olvidado, así que la espere en el baño, este estaba vacío, ella entro junto a Roxana luego de entrar ambas salgo de mi escondite y coloco un cartel fuera del baño indicando su aseo, eso daba un margen de 20 minutos. Al verme se lanza a mis brazos.
-Amo, has vuelto…
Me abrazaba y lloraba, luego de unos minutos de caricias y besos llenos de ternura y amor, ella se aleja de pronto de mí, eso me inquieta.
-Amo, no puedes estar acá, te pueden detener.
Ese pensamiento de protección más me hizo amarla.
-No importa, si estoy a tu lado. Le beso en la frente.
-A mí me importa, si no puedo estar a su lado, prefiero no verle más, que verlo preso…o lo que sería peor…. Muerto…solloza.
En eso se aparta de mí, para quedar frente al espejo del lavamanos, allí solloza en silencio, y sin mirar me relata un poco de lo que ha vivido hasta hoy.
-Amo, desde que lo deje no puedo dejar de pensar en usted, en sus gestos caricias,… solloza, mis padres en su intento de recuperar el tiempo perdido han tratado de convencerme de lo malvado que es quien me secuestro, de quien me tenía cautiva, la policía me mostro su prontuario varias veces: Asesino, violador, secuestrador y otros crímenes menores, Pero yo insistía en que usted era bueno, que dentro de todo lo malo que había vivido en ese infierno, usted era mi Ángel…cada vez que hablaban mal de usted yo defendía como animal salvaje, eso provocaba la pena de mi madre y la rabia de mi Padre… (Se da vuelta hacia mí me abraza)  Amo, ahora mi casa es un infierno…rescáteme por favor…
-Marcela, siento mucho tu dolor, espera un poco más… un par de semanas, cuando tenga todo listo te aviso y nos vamos, nos vamos lejos…pero eso significaría vivir siempre escondidos y huyendo… ¿lo aceptas?
-Amo, si estoy a tu lado, lo puedo soportar todo.
-Marcela, ahora lávate la cara y sal de aquí trata de pasar inadvertida, estaremos en contacto.
-¿Por medio de Roxana?-pregunta.
-No, ella se arriesga mucho, ahora vete.
Mientras se aleja, yo salgo del edificio, evitando las cámaras

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Cuando Marcela, llego a su casa, fue directo a su habitación el encuentro con su amo, le dio esperanza estaba contenta, podría volver a su lado, estar con él, sus padres notaron este cambio tan repentino por un momento creyeron que por fin su hija se había sanado, pero un informe de la policía les hizo entender lo equivocado que estaban, la policía había seguido a todos los contactos de Marcela desde que volvió a casa, por esa investigación descubrieron que Roxana era el nexo entre Prietto y Marcela, que la visita al Mall, era en si una cita con el Criminal más buscado, del país, lamentablemente esta investigación salió a la luz my tarde y ese delincuente ya había escapado de nuevo. Por eso necesitaban que Marcela cooperara para la captura de este delincuente, pero si ella se negaba, seria acusada como miembro de la banda, sentenciada a prisión, su padre al escuchar esto, manda a buscar a su hija.
Marcela baja sin siquiera imaginar lo que la esperaba, al llegar al despacho de su Padre, se encuentra con la policía, escucha la información que tiene sobre ella, esta le informa sobre las consecuencias de mantener relaciones con Prietto, la policía la orienta a entregar a este delincuente, por el bien de ella y de su familia. Para Marcela esto es un balde de agua fría, solo pensaba en como avisarle a su Amo que estaba en peligro.
La seguridad de la casa de redoblo, pero para Prietto, eso no era problema conocía la casa a  la perfección, la había vigilado por casi un año, sabia en que momentos eran los cambios de turnos y cuánto tiempo se demoraban en dar el informe diario, eso le daba un margen de 10 minutos, sabia además cuántos grados giraban las cámaras de seguridad por lo cual conocía cuales eran los puntos muertos, con esta información más otros datos, se aventuró esa noche para ver a Marcela y ultimar los detalles de su fuga. El plan se basaba en juntarse en el muelle mezclarse entre el público y desaparecer. La cita seria el día siguiente,

Epilogo.

Marcela, sentenciada por su padre y la policía, debió dar la información de donde se juntarían, la policía puso a su personal en el muelle para capturar por fin a Prietto, cuando Marcela se acerca al muelle iba muy nerviosa pues iba ser como Judas por un beso delataría a su amado, de pronto el muelle se llenó de público, Marcela se perdió entre la multitud ni la policía ni su padre estaban seguros donde estaba, ella seguía caminando el grupo de gente la hacía avanzar a un lugar desconocido, de pronto siente que alguien la toma del brazo y la saca del lugar….

La policía rastrea el muelle y los sectores aledaños sin dar con el paradero de Marcela, solo se dio con la ropa que llevaba ella y los micrófonos que la policía le había puesto para escuchar la conversación cuando esta estuviera con Prietto, en ese momento se dio la orden de cerrar todos los puertos fronterizos del país, cercar los aeropuertos para evitar la salida del país de Marcela y Prietto….

Pero todo fue en vano, ellos ya estaban lejos en alguna isla solitaria o en algún país sin extradición, viviendo su amor, un amor entre El Secuestrador y su víctima….Un amor al estilo ESTOCOLMO




La sumisa de la Familia

Soy  la quinta generación de una familia acomodada, poseemos empresas, terrenos por supuesto dinero y mucho, como hija única siempre se cumplían todos mis antojos, mis caprichos, por lo tanto soy una mujer mimada, luego de estudiar y obtener un título el cual no ejerzo, no por falta de oportunidades o trabajo, sino por falta de ganas, para que trabajar si lo tengo todo.
A los 27 años conocí a quien más tarde sería mi esposo, Pedro un tipo buen mozo, varonil, amable e inteligente, él trabajaba para la familia como gerente de una  de las empresas , no sé si me enamore o encapriche pero me case con él, fuimos felices unos años, hasta que me aburrió la rutina, como siempre se me cumplían los caprichos decide acabar con el matrimonio, por lo cual buscaba los motivos para pelear, como sus llegadas tardes, reuniones fuera de la ciudad, en fin, lamentablemente siempre discutía sola, porque él nunca me siguió la corriente, cada vez que iniciaba una discusión él se hacia el desentendido y salía de la pieza, eso más me daba rabia. Una tarde llego Pedro a la misma hora de siempre, tenía mis maletas listas para irme de la casa.
-¿Dónde vas Magdalena?-pregunta.
Como necesitaba una excusa para acabar nuestro matrimonio, conteste con rabia.
-¿A ti que te importa, me voy este matrimonio ya no da para más?
Él me toma del brazo, fuertemente y lleva al dormitorio lanzándome a la cama.
-¿Quién PUTA TE CREES, QUE VIENES A ACABAR UN MATRIMONIO POR CAPRICHO?...mientras dice eso veo que se saca el cinturón, me toma salvajemente de una mano, mientras él se sienta bruscamente al borde de la cama, para luego colocarme sobre su regazo boca abajo.
-SE NOTA QUE TE FALTARON UNOS AZOTES, PARA ENSEÑARTE A NO SER TAN CAPRICHOSA. Empieza a azotar el culo con su cinturón, trataba de zafarme pero me di cuenta de que era un hombre fuerte, las horas de gimnasio habían surtido efecto, los azote dolían, pero sus palabras más.
ERES UNA MUJER MAL AGRADECIDA DE LA VIDA, LO TIENES TODO Y NO SABES VALORARLO, ¿O TE FALTA ALGO?
-No, digo entre sollozos...-Pedro basta me haces daño….pero el como si no escuchara, me azoto 20 veces.
PARATE, PERRA Y VE A LA ESQUINA, ESTAS CASTIGADA POR MALA NIÑA, ME DUCHARE CUANDO SALGA SI NO TE HAS IDO CONVERSAREMOS CALMADAMENTE, DE LO CONTRARIO…NOS VEREMOS ATRAVES DE NUESTROS ABOGADOS…
No sé por qué, pero me quede en la esquina, cumpliendo mi castigo, esperando que el saliera de la ducha para hablar, mientras lloraba sentía una gran excitación. El sale de la ducha con la toalla cubriendo su cintura, lo veo tan varonil como el día que lo conocí.
-¿Te quedaste? Se sienta en la cama, me pide que lo mire.
-Ven, acércate.-  camino a su lugar el indica que me arrodille, me levanta el mentón y toma mi cara.
-Preciosa, que te ha pasado, ¿porque ya no quieres a tu esposo?, cierro los ojos y lloro, - no se – respondo.
-¿Te he fallado como hombre? – No-
-¿Te he fallado como esposo? – No-
-¡¡ Entonces Magda. Que ha pasado?.....
Me vuelve a levantar el rostro se acerca para besar mis lágrimas, se levanta me abraza y tumba en la cama, acaricia mi pelo, besa el rostro,…yo aún te amo…, Magda – dice mientras manosea mis senos dulcemente, quiero ayudar y quito su toalla, para tocar su miembro. Él se detiene y para toda actividad, dejándome con unas ganas enormes.
-No, Magda, hoy estas castigada si quieres sexo tendrás que pedirlo como corresponde a una sumisa o masturbarte, ah…y como tienes tus maletas listas, puedes dormir en la pieza de alojados- Me saca de NUESTRA pieza, para luego cerrarme la puerta en las narices.
Este nuevo Pedro, me encanta así que voy al despacho busco en la Internet que es ser una sumisa, encuentro tanta información, que me quedo dormida, sobre el computador, mientras sueño escenas eróticas en donde soy su sumisa, despierto sobresaltada, cuando siento su presencia.
-Amo, perdón por intentar huir de aquí, su sumisa Magda se postra a sus pies.-lo hago, mientras él sonríe….

Después de esa noche, nuestro matrimonio cambio, de día era su esposa una dama de sociedad y de noche su PUTA, PERRA O SUMISA. El me ataba de mil formas, recibía castigos y muchas recompensas, nuestra vida sexual cambio un 200%, la pieza de alojados se convirtió en nuestra pieza del placer…
…otro día les seguiré contando más de mis historias, pues debo irme mi Amo está por llegar y hoy prometió castigarme muy duramente… (Estoy ansiosa)




Una Condena Injusta

-Señor Robinsom, acaban de llegar las nuevas reclusas.
Raymundo Robinsom, es el alcaide de la cárcel de alta seguridad de Guatekas, ciudad ubicada al sureste del país de Heslovia, en este país las penas de presidio son altas en especial si quien las comete son mujeres, es así como cada fin de mes es el encargado de recibir a las nuevas reclusas, es el quien les lee las normas de “Convivencia”, como lo dicta la constitución.
-Gracias Cabo, bajaré de inmediato. Busca en su escritorio las carpetas de las nuevas reclusas, en donde él se informa de su condena y delitos cometidos. Sale de su oficina con paso firme y marcial, en una de sus manos la Fusta, con que recibe a las reclusas, y en la otra las carpetas, al acercarse al pasillo en donde están las mujeres hace entrega de los documentos al Cabo, que le aviso de la llegada, examina visualmente a cada una de las reas, en este mes son solo 3.

PRESNTACION GENERAL.
-Cabo Pressto, preséntenos a las nuevas pensionistas. Pressto saluda marcialmente al alcaide y procede a leer cada carpeta
-Un paso al frente “Marcela Piedad Cretor Esdemo.” 21 años, Mide 1,65 mts, pesa 58 kilos. Es condenada por tráfico de drogas a 20 años, sin benéficos carcelarios. Vuelve a tu puesto.
-Un paso al Frente “Mónica Axelandra Felete Dissro” 32 años, mide 1,68 mts., pesa 65 kilos. Tiene dos condenas, la Primera por robo a lugar no habitado y la segunda por ejercer la prostitución, es condenada a 32 años sin beneficios carcelarios, Vuelve a tu puesto,
En vez de obedecer Mónica, protesta que su condena es injusta que es inocente, Ray se acerca a ella la abofetea con dureza mientras, sus hombres la someten y vuelve a su puesto.  Un poco complicado, Pressto sigue con la presentación de la última reclusa.
-Un paso al Frente “Matilde Escobaz Esmers “, 30 años 1,65 de altura, 58 kilos, condenada a 23 años por prostitución, sin beneficios carcelarios.
Raymundo luego de escuchar la típica presentación mensual él se dirige a las reclusas.
-Putas, ustedes están aquí por sus delitos cometidos, sean estos verdad o no, - mira irónicamente a Mónica, quien aún se soba la cara después del golpe.- Hoy recibirán un trato especial de bienvenida- chasquea sus dedos y aparecen tres hombres portando grandes mangueras con agua a presión.-Hoy recibirán su primer baño, el cual se repetirá en la misma forma cada fin de mes. Ray se retira dejando a las reclusas junto a sus hombres, él se dirige al segundo piso donde desde un ventanal observa como son tratadas estas hembras.
El Cabo Pressto desde una tarima da las instrucciones,
-nuevas reclusas desnúdense.- al principio las 3 mujeres se miran sin dar crédito a lo que escuchan, pero un frio chorro de agua las hace salir de sus pensamientos, y apresuran a desnudarse, una vez desnudas sienten un gran chorro de agua que las derrumba al suelo, mientras escuchan la voz de Pressto, que las insta a pararse, este baño dura 15 minutos, las mujeres están magulladas por la violencia del agua que las hacen caer al piso varias veces, luego de este baño los gendarmes las esposan y llevan a otra sala donde, cada una de ellas son amarradas a un poste. Se quedan en esa posición hasta que el Alcaide aparece con un látigo en la mano.
-Miserables Putas, hoy recibirán los azotes de bienvenida cada una de ustedes serán premiadas con tantos azotes como años de su condena, los cuales se repetirán cada seis meses. Le debo advertir que si emiten un quejido o grito, la cuenta volverá a cero.
Raymundo y dos de sus gendarmes empiezan este castigo, Ray se encarga de Mónica a quien castiga cruelmente, luego de este acontecimientos las tres reclusas son llevadas a sus respectivas celdas.
VIDA CARCELARIA.
La primera noche fue de mucho dolor y sufrimiento para estas reclusas, quien producto de los azotes no podía dormir,
ü  A las seis de la mañana se siente la sirena luego de eso a las 6:30 se abren las puertas de las celdas, donde las reclusas deben salir de ellas y apoyarse a la puerta de esta.
ü  A las 6:45, se pasa lista, si no salen al segundo llamado mejor es que estén muertas, pues el castigo a que son sometidas es brutal.
ü  A las 7:00 deben caminar hacia el comedor donde desayunan.
ü  A las 7:45 se les asignan las tareas del día.
ü  A las 20:00 es el conteo para ir a dormir, las enfermas pasan la noche en Enfermería.
ü  A las 20:30 se apagan las luces de las celdas.
El alcaide siempre está presente hasta que se les asignen las tareas del día, en esta ocasión esta obstinado con Mónica, es la primera reclusa que se siente INOCENTE, quiere someterla a su voluntad, por lo cual después de escuchar la asistencia pide que se le lleve a Mónica a la Habitación X. Allí espera a esta reclusa, pide a sus hombres que la siente en la silla eléctrica, colocan a Mónica en ese lugar desnuda, en brazos, piernas, sexo colocan electrodos que entregan una descarga eléctrica de 15 volts., Ray, se ubica frente a ella con el control en la mano, aprieta el botón una vez para ver cómo se retuerce el cuerpo de la reclusa.
-Muchacha. Estarás con nosotros muchos años y es necesario que te des cuenta de tu realidad, ERES CULPABLE DE TODOS LOS DELITOS QUE SE TE ACUSAN.
-¡NO!…yo…SOY…INOCENTE.
Otra descarga, esta vez más larga que la anterior, este castigo hacia que Raymundo se excitara cada vez más, pero Mónica no cedía en su Inocencia,  con tantas descargas se había desmayado como dos veces, Ray ya estaba por perder la paciencia, así que opto por la descarga húmeda, la cual consistía en mojar el cuerpo de  la reclusa, para luego aplicar una suave descarga, pero que con el cuerpo húmedo, esta se multiplicaba por 10. Mónica no aguantaba tanto luego de esta descarga se escucha un susurro…Soy…Culpable. Ray exigió que repitiera la frase
-ESTA BIEN…. SOY CULPABLE….PERO NO SIGA…POR FAVOR
-Preciosa, por fin lo has reconocido, pero me has hecho perder mucho tiempo y dinero. Por lo cual deberás recuperar el tiempo perdido, tu tarea de hoy es ofrecer en el cepo tu boca y culo para ser follado por quienes quieran…, Mónica intentaba mover la cabeza en tono de desaprobación pero era inútil, dos gendarmes la sacan de la silla y colocan en el cepo, a la entrada de la cárcel junto a otras cinco reclusas.
Mónica, buscaba explicación sobre lo sucedido, no entendía lo que pasaba, ella estaba retenía en un lugar donde ejercían la prostitución, pero de un modo humillante, tenía muchas preguntas que hacer pero no sabía a quién acudir, mientras analizaba su nueva condición, un hombre la saco de sus pensamientos...
-mmm…. Que terso culo… ¿estará listo para mí?…
Ella reconoce la voz, pero no lo cree, no puede ser él….no puede…
El tipo mete sus dedos por el coño de Mónica, para masturbarla la deja húmeda y se retira. Al Pasar la mañana, es follada por 3 tipos, después en la tarde la sueltan para llevarla al despacho del Alcaide. Dejan a Mónica esposada y de pie frente a Ray, quien se para de su escritorio para recorrer el cuerpo magullado de  la reclusa, de vez en cuando la manosea, le levanta el pelo, y otras humillaciones, ella solo atiene a callar.
-Preciosa -  le acaricia su cara- ¿te agrado tu primer día de reclusión?- ella calla
-Fue intenso, cierto- con sus manos recorre el cuerpo de la reclusa.
-Bueno esto recién empieza, ahora serás llevada a la mina, donde extraerás oro para mi.- mientras le comenta esto, el rostro de Mónica cambia drásticamente, en cambio el Sr, Robinson sonríe.
Así transcurre la vida de Mónica en prisión, en la mañana es follada y en la tarde trabaja en la mina, donde el trabajo es duro y agotador. En la noche ella solo piensa en la voz que escucho en su primer día.
Al finalizar su primer mes de reclusión, la jornada de trabajo es cambiada. El ultimo día del mes es el de visita, las reclusas son bañadas, tratadas medicamente para hacer desaparecer las heridas producidas por las labores hechas, advertidas de comentar lo sucedido en ese lugar. Ese día no se trabaja, cada reclusa espera en su celda, hasta ser llamada para recibir la visita, luego de salir de la celda es atada con grilletes en manos y pies. Mónica espera casi todo el día, hasta que por fin es llamada. Al llegar a la sala reconoce a quien la visita, es su mejor amiga, luego del protocolo de vista, dejan a Mónica junto a Laura.
-Pensaba que nadie vendría a verme, gracias por estar acá.-solloza.
-Cómo no iba a venir, preciosa, llegue temprano pero entre la revisión y la espera ha pasado tiempo. He hablado con tu abogado, dice que en seis meses más se abrirá tu caso, el podrá apelar que has sido involucrada en esto, que eres inocente.
-Laura, no creo posible eso, pero gracias.
La visita duro poco, pero le sirvió a Mónica para recuperar fuerzas y seguir en esa pesadilla que es su reclusión. Una vez terminada la visita, Mónica es llevada a su celda, mañana volverá a la rutina.
Esta vez las labores cambian, Mónica es enviada al despacho del alcaide,  este estaba sentando en su sillón mirando a la ventana, bueno parecía él, al darse vuelta el sillón apareció un hombre alto canoso y bien vestido, a quien Mónica reconoció de inmediato.
-¿Qué haces tu aquí? Pregunta Mónica,
 El hombre se acerca y le susurra al oído, …ahora eres toda mía.
Mónica reconoce la voz, es la misma que escucho en su primer día en la cárcel.
-Esteban, ¿Qué pasa? , ¿Por qué estás aquí?
El hombre como si no escuchara.-Moniquita, preciosa…te acuerdas de esa noche que te pedí ser mi perra, mi sumisa, y tú no aceptaste, bueno tuve que recurrir a otros métodos, porque a mí nunca me niega nada, y menos tú. – Le toma la cara fuertemente- Asi que ahora eres mía, hoy será venta de putas anual que hace Ray, a las reas condenadas de por vida como tu.
-De que hablas, esto no pude suceder, mi caso  abrirá pronto y saldré libre.
-Eres ingenua, todo esto fue preparado por mi, -le acaricia la cara- Yo contrate al juez y a los abogados para que te enviaran acá.- sonríe maliciosamente.
-Laura, me como que reabrirán mi caso.
-Laura, mmm… ella  fue la principal ayuda para tenerte aquí, ella vino a darte esperanza porque yo le ordene, ¿o no perrita?- aparece Laura vestida con látex, se acerca a Esteban para decirle SI AMO.
-Ves, ahora solo faltas tú.




Toda esta información da vuelta en la cabeza de la reclusa, quien apenas se da cuenta de lo que sucede a su alrededor, luego de esta conversación, Mónica es enviada a la Mansión de Esteban, donde cumplirá su “Condena” sirviendo de sumisa, al hombre que la envió a la cárcel.

sábado, 11 de enero de 2014

Lado A:De esclava de mi padre a Sumisa de mi amiga

Mi vida, contar mi vida es un gran desafío,  pero lo intentare.
Soy la menor de dos hijos, mi padre siempre ha sido un ser dominante y castigador tengo dolorosos recuerdos desde mi niñez, recuerdo una vez en que pillo a mi hermano en una mentira, y para saber la verdad lo metió en la ducha con ropa y todo, a fuerza del agua lo hizo hablar, para luego castigarlo fuertemente, mi madre nunca me metía en los castigos que el aplicaba, él era de carácter fuerte solo su voz hacía temblar la habitación.
Con el correr del tiempo ya en nuestra adolescencia los castigos físicos fueron disminuyendo,  había formado jóvenes obedientes a sus normas. Mi hermano creció, estudio y se casó, lo que hizo que abandonara la casa, quedando yo en ella con mi madre, esa fue mi más horrible etapa, el controlaba todo, controlo mis salidas, novios lo único que no controlo fue el donde debía trabajar, quizás por huir de casa o porque fue el único lugar donde aceptaron mi Curriculum, llegue a trabajar a una ciudad pequeña, donde conocí a una persona que con el tiempo fue una buena amiga, a ella le comentaba mi vida, mis aventuras y desventuras, ella hasta llego ser mi tapadera, pues gracias a ella pude tener un novio que me ame hasta que mi padre se interpuso, lo investigo y encontró en el muchas cosas negativas (divorciado, con hijos, sin trabajo estable, mayor que yo) tuve que negar este amor frente a mi padre, Pamela me ayudo en esa etapa. Yo le tenía miedo a mi padre, aunque Rodolfo y Pamela me incentivaban a dejar mi familia, a ser independiente nunca me atreví, tenía temor a sus golpes, mi vida fue así hasta que un día lo sorprendí engañando a mi madre, para mí eso fue como un balde de agua fría, el hombre duro, verdadero se cayó de su pedestal, mi madre abrió los ojos y empezó a tratarlo mal, con desprecio, ahora era tan solo un mínimo, un gatito en busca de cariño y perdón, hasta yo me libere deje la casa sin temor alguno, empecé a independizarme intente a reconquistar a Rodolfo, pero eso ya era tarde.
Yo creí que mi padre había cambiado, que estúpido error, eso lo comprobé una tarde en que fui de visita a la casa, él estaba sentado en un sillón, bebiendo, al verme llegar me mira con rabia, se levanta, se acerca y sin previo aviso abofetea mi cara gritando: “Por tu culpa mi matrimonio se ha acabado, puta”,
No sabía cómo reaccionar, pero eso no importaba por el momento, pues él me agarro del pelo y arrastró hasta la cocina, donde estaba mi madre, también golpeada, me deja al lado de ella, y le grita “Amarra a esta puta, que hoy recibirá su castigo”, mi madre me levanta del suelo llevándome al estreno de la mesa donde ata una de mis manos a la pata de ella, trato de zafarme, pero ella me dice:
ü  Tranquila Javiera, el amo te castigara más fuerte si no obedeces.
Yo no entendía nada, AMO, mi padre; aun así trate de zafarme, cuando siento que  me golpean con fuerza, grito de dolor, luego dejo de luchar para que me dejen amarrar, en ese lugar mi Padre, empieza a hablar.
-Por hacerle creer a Perra (apunta a mi madre) que ha sido engañada serás castigada 10 veces, que dolor sentía me azoto mis nalgas, piernas y espalda.
-Por abandonar la casa, serás castigada 15 veces todos los fin de semana, pero hoy será el doble pues, por tu ausencia de la casa por dos fines de semana. Si escucho un quejido te azotare de nuevo. Empieza, uno, dos, tres, ….nueve…..12….30.Quedo inconsciente, mi padre se acerca a mí y dice, de ahora en adelante para ti seré tu Amo, quien te castigara, follara, cederá a otros cuando YO quiera. Luego le pide a mi madre que me desate.
No sé cuánto tiempo estuve en el suelo de la cocina, cuando ya me sentí sin dolor, me levante he intente arrancar, salir de esa casa, estoy por llegar a la puerta cuando su mano me ataja.
-¿Javiera, quieres otro castigo?, pregunta irónicamente, y recibo una cachetada.
-Padre déjeme ir, no contare a nadie, por favor suélteme, imploro.
-Mal dicho, -otra vez me golpea- yo ya no soy tu padre, ahora seré tu AMO, y a ti te falta mucha educación. PUTA.
Me toma fuertemente y con un cordel que no sé de donde saco me amarra las manos, atada me hace subir las escaleras para luego dejarme amarrada encima de mi antigua cama, así dormí el primer día de mi esclavitud.
Al otro día, él llega con una bandeja de desayuno, me desata de la cama para luego darme de comer en la boca, en primera instancia no quise probar nada, pero sus castigos fácilmente me hicieron cambiar de opinión.
-Javiera, desde hoy serás mi PUTa, tengo varios planes para ti, y para que tu cuerpo pague mis dos meses que estuve fuera de MI CASA, hoy volverás a tu trabajo, pero te aseguro que si veo un policía cerca de casa, tu madre se muere, te juro que será la muerte más horrible que se haya visto, entiendes PUTA.
Asentí con la cabeza, y mi ojos llenos de lágrimas, luego de darme el desayuno, se desato completamente, almorcé con unos padres adorables, que hablaban de lo cotidiano de una casa, luego al llegar la hora de viajar al lugar de trabajo, él me fue a dejar, me pidió que usara vestido, lo hice al sentarme adelante mientras el manejaba una de sus manos empezó acariciar mi sexo, yo lo miraba con rabia, en un momento le quite la mano, pero el freno de repente lo que hizo que casi me estrellara contra el vidrio del auto, Cuidado PUTA, me dijo. Al llegar al terminal muy amablemente deja mis bolsos en el bus y me abraza con fuerza, diciéndome al oído, Mas te vale que vuelvas.
Esa semana de trabajo, fue difícil, Pamela me preguntaba, que me sucedía, pero yo no me atrevía a contar, así pasaron semanas y semanas, en  que viaja a mi casa para ser golpeada, cada vez más fuerte y con distintos instrumentos, en unos de esos tantos castigos mi padre me arrienda a un hombre quien iría a buscarme al trabajo para utilizarme por todo un fin de semana, esa semana fue horrible, no quería que llegara el Viernes, Pamela seguía preguntando que me pasaba, yo seguía callando, en víspera del viernes, en mi desesperación le pido a Pamela que no me deje sola, que viaje conmigo, ella me toma mi cara y me dice:
-Solo si me cuentas que está pasando.
-No puedo amiga, y la abrazo.
Al llegar el viernes, pamela me espera a la salida, en eso aparece el hombre al cual había sido cedida, mi nerviosismo se nota en mi cuerpo, tiemblo, a tal punto que Pamela se asusta, miro al tipo es un hombre gordo, calvo debe tener quizás unos 70 años, me mira con picardía, apunta su muñeca indicando que es la hora de irnos, yo solo tomo fuerte el brazo de mi amiga, no quiero ir, se lo que pasara, el abusara de mi de mil formas, eso me aterra, siempre me cuide sexualmente evitaba tener relaciones si cuidado íntimo, pero ahora estoy indefensa, se además que si me rehúso a ir, mi AMO, castigara fuertemente.
-Javiera, ¿qué te pasa? Esta pregunta me saca de mis pensamientos.
-No me dejes- le susurro. Ella levanta mi rostro y ve en el lágrimas, y miedo, me abraza, -Que pasa mi niña bonita, siempre me dice así cuando me ve llorar, -No me dejes, amiga – no me dejes. No sé qué cara puse ni como ella me sostuvo, pero me sentó en la vereda, miraba al tipo con rabia, por extraño que parezca el baja la mirada y sube al auto. En eso ella llama a alguien y le pide que este acá en menos de diez minutos, eso es lo que me gusta de Pamela, su seguridad y entorno, siempre tiene amigos que la sacan de apuro. Cuanto me gustaría que supiera lo que estoy viviendo, pero temo que me deje, que nuestra amistad se acabe.
Estoy llorando a su lado, más tranquila, el auto y el viejo sigue ahí, trato de levantarme y cumplir con mi destino, cuando aparece otro auto, se bajan dos tipos corpulentos, se acercan al tipo conversan luego él se retira, posterior a ello se acercan a nosotras y nos ofrecen llevarnos donde deseamos, yo aún estoy atontada, solo me dejo guiar por Pamela, nos subimos al auto ellos adelante y nosotras atrás, Pamela se sienta en un extremo del asiento, me reclina sobre sus rodillas, y partimos en silencio, de vez en cuando Pame acariciaba mi rostro, y secaba mis lágrimas, luego de horas de viaje, ella me dejo en mi casa, al bajar del auto vi a mi Padre en el umbral de la puerta, ya sabía lo que me esperaba, me despedí de mi amiga, ahora ella me susurra –Javiera confía en mí. Camine despacio sin ganas hasta la puerta de la casa, mi padre me abraza y besa, disimulando el saludo, luego levanta la mano y se despide de Pamela, al cerrar la puerta, me empuja al suelo, para luego patearme.
-Que te has creído Puta, me has hecho perder mucho dinero, otra patada-
-Párate, Puta- me levanto con dificultad, solo para recibir un puñete en la boca del estómago, -llorando le imploraba que no siguiera, pero el como si no oyera, me toma de las muñecas, arrastra hacia la cocina, donde al mirar de reojo, veo el viejo que sonríe con malicia.
- Ven mi perrita, ven a donde tú amo, como no caminaba, mi padre me empuja violentamente, a los pies del vejete, él me toma de los cabellos, y besa fuertemente, yo en defensa le escupo la cara.
-Jorge, reclama el viejo, esta Puta aún no está domesticada, necesita más mano dura.
- Castígala, estás en tu derecho. Indica mi Padre.
Eso es todo, el tipo me abofetea, saca su miembro y lo intenta meter en mi boca, me rehúso, el aplica golpes tras golpes hasta que para para soltar un quejido, abro la boca, lo que el aprovecha para meter su asqueroso miembro en mi boca hasta el fondo, tapa mi nariz para provocar arcadas, hace eso varias veces, en unas de sus embestidas, le muerdo el pene, él lo saca de dolor, pero mi padre es quien me castiga, no para con el látigo, siento como corre sangre y aun así no se detiene. Cuando el viejo deja de quejarse empieza a castigarme, me hace ponerme en cuatro y sin previo aviso, introduce un palo de escoba en mi culo, grito de dolor, pido clemencia, en vez de ello escucho risas de ambos.
 Han dejado el palo en mi culo, el vejete me penetra salvajemente, a pesar de sus años aún tiene vigor, mi padre se calienta saca su pene y me lo introduce en la boca, así soy follada en mis tres agujeros, cuando ellos se cansan de llenarme de semen, sacan sus miembros de mí y también el palo, empieza de nuevo el castigo.
No sé de donde aparece Pamela, con los dos tipos, se acerca a mí me levanta, cubre mi cuerpo con una manta y saca de la cocina, al salir escucho que dice:
Don Jorge, mis amigos harán el trato.
Pamela, se saca con cuidado de la casa, de repente siento que me toman en brazos y llevan a un auto, ella solo me acaricia, ahora lloramos juntas.
Al llegar a su casa, me entran en brazos y  dejan en la habitación de Pame, allí ella cura mis heridas, me da a tomar un tranquilizante y se acomoda a mi lado.
Intento hablar, pero ella me susurra –Después mi niña bonita, descansa.


Capítulo 2
Al despertar Pamela, está a mi lado. Trato de levantarme pero el dolor es intenso y mi quejido hace que ella se despierte.
Tranquila, Javi-dice – llamare a una Doctora amiga para que te revise. Se incorpora de la cama y sale de la habitación, pasan unos minutos en el cual me distraigo mirando la habitación, esta es amplia con vista a una piscina, a lado de la cama tiene un sitial hermoso, mas adentro de la pieza se encuentra el baño, siento ganas de orinar, despacio me levanto y dirijo a ese lugar, también es amplio como toda la pieza, tiene un jacuzzi, tina y un hermoso espejo cubre desde el techo hasta el piso, allí me miro; tengo la cara despintada, mis ojos están rojos giro para ver ni cuerpo, veo en el las heridas del látigo, son marcas rojas algunas más profundas que otras, mis nalgas esta rojas y sensibles al tacto, me siento a orinar, al soltar el pis siento un gran ardor, al seguir orinando observo que mi pis se mezcla con sangre, al ver mi estado tan deplorable, lloro y pienso como contare esto a Pamela y como iré a trabajar…mañana. En eso estaba cuando vuelve
-Javiera, ¿Dónde estás?
-En el baño- respondo entre sollozos.
Ella entra al baño, se inclina frente a mí, levanta el rostro y sonríe,-Todo estará bien, tan solo esas tres palabras hacen un quiebre, lloro nuevamente ahora en sus brazos, - La Doctora ya llego, ven para que te revise-
-Pamela, tengo miedo a sus preguntas.
-No te preocupes, no hará ni una.
La doctora me reviso, dejo una receta para  calmantes, indicó que debía colocarme una vía intravenosa, y reposo por lo menos 4 días, para lo cual me hizo firmar una licencia médica. Luego se despide muy amablemente.
-Javiera, iré comprar los medicamentos indicados, mientras desayuna en la habitación, cuando vuelva conversaremos.
Paso un rato, un gran rato, ella vuelve junto a una enfermera la cual coloca la vía intravenosa y se retira, Pamela paga todos los gastos.
-Javiera, por fin solas ya estas a salvo, ahora conversemos.
Le cuento todo lo sucedido en casa de mis padres, ella escucha sin dar opinión a mi relato, luego cuando doy por terminado el tema, ella comenta.
-Lo que tu padre intento hacer, su esclavizarte sexualmente, yo prefiero sumisas no esclavas.
Me sorprendo al escuchar que Pamela habla tan suelta de cuerpo, del tema. Ella me da una pequeña introducción sobre el BDSM, me confiesa que ella es AMA o Dueña, tiene en su poder 1 sumisa y 2 sumisos, los cuales fueron quienes me rescataron. Explica además, que lo que hace mi padre en si está penado por ley, pero lo que ella hace es más permisible, pues se hace un contrato entre 2 personas (sumiso/dominante) por un tiempo determinado, estableciendo algunas normas de respeto mutuo, en cambio la esclavitud sexual, generalmente se hace a la fuerza, donde el castigo corporal, control mental y psicológico hace quebrantar la voluntad, por lo cual se hace cualquier cosa para evitar ser castigado. En tanto el sumiso (a) accede voluntariamente a los castigos porque en ellos encuentra un placer sexual inimaginable.
Luego de esta explicación, me invita a conocer la sumisión, para que conozca las dos caras de la moneda.
-Pamela, déjame procesar esto, es mucha información para tan poco rato, deja que sanen mis heridas… luego te respondo.
-Está bien- consensua Pame, esperare.
Han pasado los días, ya me siento mejor vuelvo al trabajo, la relación entre Pame y yo se ha enfriado un poco, más por culpa mía, no me agrada eso del BDSM, creo ser más “normal”, más heterosexual. En cuanto a mi padre lo denuncie por violencia intrafamiliar, gracias a Pamela estoy asesorada por buenos abogados, quienes han logrado entre otras cosas una medida cautelar.
Unas de las tantas tardes en que después del trabajo ya no hay nada más que hacer, Pame llama y me invita a su casa, accedo a ir tengo ganas de compartir con ella, como antes.
En casa de ella, nos servimos una rica once luego unos aperitivos, sin querer inicio el tema.
-¿Desde cuándo estas en esto de… eso…?
-Desde la universidad, primero me hice sumisa de la señora donde pagaba pieza, luego cuando termine de estudiar, ella me hizo dueña, dejando a mi cargo a Pedro mi primer sumiso.
-¿Eso quiere decir que eres bisexual?
-Si
Dejo de preguntar, conversamos de cosas de trabajo y sobre cómo va la situación de mi familia, conversamos de todo hasta que se hizo bien de noche, ella me invita a quedarme, pues es peligroso salir a esa hora, y sus sumisos no estaban para acompañarme, Acepto. Ella me pasa un pijama e indica la habitación a ocupar, me acuesto antes que ella, estoy nerviosa es una sensación extraña, es una lucha entre mis deseos y mis creencias, es una lucha entre el bien y el mal, mi conciencia habla dentro de mi “ atrévete, prueba ella es tu amiga sabrá detenerse, conoce el tema y te conoce sabrá hasta donde seguir…” es tanto mi pesar y como ya no puedo dormir, me levanto con la idea de ir al dormitorio de Pame y pedir que me muestre un poco de la sumisión, al salir de la habitación aun la encuentro en el living, se sorprende al verme.
-¿Qué pasa, Javiera?
-No puedo dormir, pienso y pienso….quiero probar un…poco... me sonrojo al saber que ella entiende de lo que hablo.
Se levanta del sillón, se acerca a y me dice : mi niña bonita, confías en mí?
Apenas en un susurro digo Sí.
Me toma de la mano y me lleva a su pieza, me sienta en la cama y venda los ojos.
-Javiera, desnúdate despacio quiero todo tu hermoso cuerpo- lo hago como ella me dice, al tener los ojos vendados, no sé dónde está ella, solo escucho su voz, la cual de repente la siento a mi lado, -Tienes un cuerpo hermoso- coloca un mechón de pelo tras de mi oreja, besa dentro de ella, lo que altera produce un extraño sentimiento, recorre con dos de sus dedos mi cuerpo empezando por la espalda, luego mi pecho, senos ahí se detiene, empieza amasar cada uno de ellos de tanto en tanto pellizca uno que otro pezón, mientras susurra, Me encantan tus senos, turgentes y firmes… admiro tus cicatrices del látigo, mi valiente niña bonita, …luego silencio, me recuesta en su cama boca arriba, siento como empieza a besar mi cuerpo deteniéndose en donde están las cicatrices las cuales besa con ternura, para luego acariciarlas, siento que se levanta y sale, lo sé por el sonar de la puerta, luego regresa empieza a manosear mi sexo, toca el clítoris suavemente lo tira y hace girar, luego separa mis labios vaginales y mete uno de sus dedos, enguantados…gira, mete, saca… repite la operación varias veces, empiezo a jadear, creo que tendré un orgasmo…. Pero no se detiene en seco, saca la venda de mis ojos y me pide que me vista para luego ir al sillón… yo no entendía nada, veía en su rostro un poco de molestia, lo que causo en mi más preocupación. Al llegar al sillón veo unos papeles, látigos y esposas.
Me siento cerca de ella, ella no me mira sigue seria.
Después de un rato, me hace llamar me pide que este a su lado,
-Javiera, que has sentido?
-Placer digo y me ruborizo.
-Quieres continuar.
Si
-Quiero azotarte, y darte placer.
-….
-Javiera, Responde.- me exige
-Pame, aún tengo mis heridas anteriores…. no quiero.
-Está bien, entonces vuelve a dormir, mañana te podrás ir.
Me levanto, camino y me detengo, sin mirarla dando la espalda, le pregunto “Pamela si duele mucho y te pido que pares lo harás?.
-Por supuesto, no quiero dañarte solo que conozcas lo que hago lo que soy. – ven
Vuelvo a su lado, - Javiera, por ser tu primera vez, elegirás como te castigare y cuantos quieres recibir. Me muestra el látigo y su palma, elijo 15 palmazos.
-Ven- me pide ella ponte en mis rodillas, bájate el pantalón del pijama y deja tu culo a la vista. No sé qué pasa en mí, pero hago tal como ella me indica.
Empieza a sobarme el culo despacio, como calculando cuando debe empezar, yo en tanto estoy muy nerviosa, golpea una nalga, soba, golpea otra nalga, soba lo hace cuatro veces, luego pasa sus dedos en mi sexo, está húmedo, - Ahora empezamos, eso era solo calentamiento, cada golpe que recibas dirás gracias…. Por esta vez dirás gracias Pame, si no lo haces volveré a empezar, ¿de acuerdo?.
Asiento, empieza mi primer castigo… golpe “Uno, gracias Pame”, golpe “ 2 gracias Pame”… 10  gracias Pame… me sentía muy adolorida, una parte de mi quería parar, pero la otra seguir.. uno más decía mi conciencia… uno más… 11 gracias Pame, 12… gracias Pame…. 13…. Gracias Pame, basta… pare no aguante más, ella también lo hizo, me cambio de posición y me abrazo cariñosamente, Aguantaste bien Mi NIÑA BONITA.
Me puso una crema analgésica, estuvo a mi lado hasta que calme mis sollozos, luego me pregunta que sentí, aunque me cueste reconocerlo le dije… sentí mucho placer.
Bien, ahora a descansar…- dice ella-
-Javiera, puedo dormir a tu lado, le pregunto.
Ella asiente.
Luego de una noche de muchas cosas placenteras desperté con mucha energía, me bañe y vestí, para ir al trabajo, al tomar desayuno Pamela me acerca un papel, dice que es un contrato de sumisión, que lo lea y si lo firmo que vuelva esta noche con mis cosas, y si no que seremos siempre amigas, pero  solo en el trabajo.
Tomo el contrato, lo guardo en mi cartera, durante la jornada de trabajo lo leí varias veces, destaque lo importante y busque más información.
Entre otras cosas, decía:
  • Sumisión por 3 meses
  • No ceder a otros
  •  Palabra de seguridad

Lo leí tantas veces que casi ya me lo sabía de memoria… fui a mi pieza, arregle mis cosas, cancele lo adeudado y fui donde Pamela, con contrato firmado …